Athletic y Barcelona inaugurarán mañana (20.00 horas) la Supercopa con la primera de sus dos semifinales. Lo harán en el faraónico King Abdullah Sports City, un impresionante estadio cuyos costes se elevaron hasta los 550 millones de euros y al que acudirá toda la pompa y fauna de la RFEF y la monarquía saudita. Sin embargo, entre tanta fastuosidad y ostentación, los focos y la atención se la llevará el reencuentro de dos sencillos imberbes que llegaron a la pasada Eurocopa como dos desconocidos y que salieron de ella como campeones, auténticas estrellas y, sobre todo, como familia. Porque Nico Williams y Lamine Yamal fueron la sensación del triunfo de España. Su descaro en el campo y su desparpajo fuera de él les llevaron a copar portadas. Les catapultó a la fama menos deportiva y más social. Y mientras hacían goles, bailaban y se enfadaban con un piedra, papel o tijera, entre ellos se cimentó una relación de hermanos. De bros, en su jerga. Tal fue su conexión que esta fue aprovechada por el Barcelona para intentar fichar al pequeño de los Williams en lo que se convirtió en la telenovela estival. Pero Nico eligió quedarse en San Mamés, así que por el momento una de las pocas oportunidades que tiene Laporta para ver a ambos chavales sobre el mismo césped se dará mañana en el King Abdullah: en un Athletic-Barça.

Cierto es que todavía es una incógnita saber si el reencuentro se producirá puesto que, aunque ha sido incluido en el viaje del equipo, Lamine acaba de superar un esguince de tobillo que le ha obligado a parar tres semanas. Con todo, esta no sería la primera vez que Williams y el 19 del Barcelona se enfrentaran tras el éxito de la Eurocopa. De hecho, los leones tuvieron que acudir al Lluís Companys en la jornada dos de LaLiga. Un encuentro en el que ambos extremos fueron titulares y en el que la suerte cayó entera del lado catalán. Los culés no solo se llevaron los tres puntos (2-1), sino que fue Lamine quien inauguró el marcador a los 24 minutos tras un rechace que mandó a la red con cierta ayuda de Iñigo Lekue. Porque la verdad es que el éxito de la Eurocopa le ha sentado mejor al catalán, que a sus 17 años no solo se ha llevado merecidamente el Golden Boy y el Trofeo Kopa que le acreditan como el mejor jugador joven de mundo, sino que tampoco ha tenido reparos de echarse a la espalda a toda una institución como es el Barça. Con 5 goles y 9 asistencias, fue uno de los culpables de que los de Flick tuvieran una renta de 9 puntos sobre el Real Madrid en noviembre, distancia ya dinamitada eso sí, por culpa de un bajón tanto futbolístico como anímico. El técnico alemán sabe que el retorno del joven extremo espoleará a su equipo y, por ello, ya anunció que cuenta con él para el duelo ante el Athletic. Aunque aún no se sabe si desde el inicio.

Quien sí tiene todas las papeletas para ser de la partida es Nico Williams. El menor de los hermanos es un fijo en los planes de un Ernesto Valverde que quiere conquistar la cuarta Supercopa del Athletic. Y eso que el 10 no está atravesando su mejor momento, como demostraron, sin ir más lejos, la poca mecha que exhibió ante la UD Logroñés y su penalti de la tanda errado. Desde que ganó la Eurocopa con Lamine, Nico ha disputado 24 encuentros, en los que solo ha marcado 2 goles y ha dado 5 asistencias. Es decir, le está costando arrancar de nuevo la moto, esa que le volvió uno de los extremos más desequilibrantes de la pasada Liga y uno de los artífices del ansiado título de Copa. Pero es que el fútbol también se juega en la mente y el boom mediático que sufrió el verano, unido al excesivo interés mostrado por el Barcelona, parece que aún le están pasando factura. O quizá ser el 15º mejor jugador del mundo según la gala del Balón de Oro generó en la parroquia rojiblanca unas expectativas complicadas de apaciguar. Sea como fuere, Nico llega a la Supercopa con ganas de resarcirse y demostrar por qué decidió quedarse en el Athletic. Y si puede hacerlo, encima, delante de su hermano Lamine, pues mucho mejor. Así todo queda en familia.

Designación arbitral

Ortiz Arias dirigirá el duelo

Primera gran cita. Miguel Ángel Ortiz Arias, del Comité de la Comunidad de Madrid, dirigirá la primera semifinal de la Supercopa de España, mañana 8 de enero, en el estadio Al Jawhara de Yeda entre el Athletic y el Barcelona. Será el primer partido importante que arbitrará el madrileño, que hasta la fecha únicamente había pitado en liga y Copa. Mientras, Ricardo de Burgos Bengoetxea, del Colegio Vizcaino, será el encargado de arbitrar el partido del jueves entre el Real Madrid y el Mallorca. Miguel Ángel Ortíz Arias estará asistido desde el VAR por Valentín Pizarro Gómez y De Burgos, por Daniel Trujillo Suárez, según hizo oficial la Federación Española de Fútbol. Jesús Gil Manzano, del Comité Extremeño, será el encargado de dirigir la final el domingo, independientemente de los equipos que se clasifiquen Javier Iglesias Villanueva estará en el VAR en este duelo que decidirá el campeón de la competición.