Un año más en San Mamés, el Athletic se apropió del derbi. Saltó al campo convencido de que su vigorosa propuesta le allanaría el camino y así fue. Gobernó con autoridad la primera mitad, actuó de frente y minimizó a una Real incómoda, incluso tibia para tratarse de cita tan especial. No pudieron oponer juego los de Imanol ante el empuje y la constancia locales, virtudes que hallaron premio antes de la media hora. Luego, supo el Athletic conservar la exigua ventaja, un tesoro gracias a la aplicación desplegada en tareas defensivas. Necesitaba la victoria para propulsarse en la tabla y romper la racha de empates de las semanas previas, pero también para volver a sentirse poderoso, despejar posibles dudas y marcar territorio en la clasificación a costa de un conjunto que, con su trayectoria reciente, amenazaba con adelantarle.

La noche discurrió marcada por la intensidad de los protagonistas, una faceta en la que los rojiblancos salieron vencedores. Claramente sin balón, pero asimismo en creatividad y construcción del fútbol, prevalecieron los argumentos de un Athletic concentrado y solidario. Ni que decir tiene que tuvo que vaciarse porque un gol no deja de ser una invitación al adversario. Pero, en líneas generales, desactivó el plan de la Real cuando esta quiso tomar el control de las operaciones y dar un paso adelante.

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Las notas de Aitor Martínez: Sancet pone la magia Aitor Martínez

Durante la segunda parte, salvo en su inicio, al Athletic le faltó energía para percutir, tuvo que invertirla en obstaculizar y frenar una reacción que careció de filo. Amasó más posesión la Real, pero muy lejos de Agirrezabala, entre otras razones porque el Athletic nunca se replegó, prefirió seguir mordiendo en la zona donde opera Zubimendi y aunque cedió metros, colocó la frontera sobre la línea divisoria para conducir el pulso hacia un final feliz.

El resultado al descanso reflejaba con nitidez que el Athletic había cumplido la parte que le tocaba. Hizo exactamente aquello que se supone le correspondía, lo que buscaba para ser fiel a sus obligaciones como anfitrión: llevar la iniciativa, establecer el ritmo, mantener al rival desactivado en ataque y generar situaciones de gol. Fue en esto último donde más dificultades halló; de hecho, se registraron pocas acciones profundas, que desembocasen en un remate. A cargo de la Real no hubo ninguna, pero salvo un chut raso de Djaló, no muy complicado para Remiro, solo cabe citar el lance que subió al marcador.

Fue una jugada interminable donde los rojiblancos se volcaron con muchos efectivos en torno al área guipuzcoana. Una especie de resumen en un minuto de la capacidad de empuje del Athletic, del ansia con la que se proyectaba hacia arriba, pese a que sus intenciones murieran demasiado pronto, sin agobiar a la Real. Ese minuto clave arrancó con una vistosa pared en la derecha. Iñaki Williams se asoció con De Marcos, Prados empalmó defectuosamente el pase raso del capitán, pero Nico Williams dio continuidad al ataque en la banda opuesta. Primero lo intentó de forma individual, no progresó, halló el apoyo cercano de Yuri y luego de Prados, que sirvió en ventaja dentro del área para que el extremo zurdo volviese a intervenir. Trazó un globo que recorrió todo el área pequeña y Sancet, de cabeza, clavó el envío en la red superando en el salto a Javi López, al que el lance le pilló reculando.

Remiro no llegó a tiempo y sus compañeros se vieron desbordados por la celeridad rojiblanca, la eléctrica movilidad de cuantos participaron sin que nadie lograse interrumpir el ir y venir de la pelota. A partir de ahí, el Athletic se lo tomó con más calma. Las áreas permanecieron vetadas, básicamente porque los organizadores visitantes acusaban la pegajosidad de una presión avanzada en la que Djaló, la sorpresa del once, tuvo la misión de perseguir a Zubimendi, mientras Galarreta y Prados borraban del mapa a Sucic y Sergio Gómez. Con estas premisas, Take y Oyarzabal prácticamente ni la olieron. Algún detalle de Barrenetxea y punto.

En la reanudación salió otra Real, pero resultó que el Athletic pronto transmitió que no estaba por la labor de especular. De hecho, Prados pudo sentenciar el derbi a los tres minutos, después de recibir en inmejorable posición un regalo con lazo de Sancet. El interior, con toda la portería para él, remató centrado, fácil para Remiro. Aún Sancet, un incordio para sus marcadores, realizó un avance dentro del área que puso a la grada en pie. Esa efervescencia se reveló pasajera, pronto se apreciaron los primeros síntomas de desgaste y Valverde tuvo que tirar de banquillo.

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Guruzeta y Jauregizar entraron justo unos segundos después de la gran y única ocasión que generó la Real anoche. Zubimendi, omnipresente en cualquier zona del terreno, llegó muy forzado para conectar en boca de gol el pase de la muerte que le mandó Sucic. Se contabilizaron otro par de chuts, de Sergio Gómez y Oyarzabal, que pasó como alma en pena por La Catedral, sin la dosis de veneno suficiente para alterar una dinámica a cada minuto menos vistosa, pero igualmente bañada en sudor. La Real era incapaz de abrir agujeros en una estructura que en última instancia contó con la velocidad y contundencia de Vivian y, sobre todo, de un Yeray imponente. Y la autoridad de Agirrezabala, con varias salidas por alto muy celebradas por una afición que no paró de alentar a sus jugadores.

La Real vio defraudadas sus expectativas, brindó una versión descafeinada, de principio a fin anduvo a remolque, impotente para salirse de un guion que desde luego no llevaba su firma. Sencillamente, enfrente tuvo un grupo más ambicioso y muy compacto: el dueño del derbi.

ATHLETIC: Agirrezabala; De Marcos, Vivián, Yeray, Yuri; Galarreta (Min. 76, Herrera), Prados (Min. 60, Jauregizar); Iñaki Williams (Min. 76, Berenguer), Sancet (Min. 70, Unai Gómez), Nico Williams; y Djaló (Min. 60, Guruzeta).

REAL SOCIEDAD: Remiro; Aramburu (Min. 84, Aritz Elustondo), Zubeldia, Aguerd, Javi López (Min. 75, Aihen Muñoz); Zubimendi, Sucic, Sergio Gómez; Take Kubo (Min. 60, Becker), Oyarzabal y Barrenetxea (Min. 60, Brais Méndez).

Gol: 1-0: Min. 26; Sancet.

Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Mostró tarjeta amarilla a los locales Prados (Min. 41), Galarreta (Min. 76) y Yuri (Min. 92), y a los visitantes Zubeldia (Min. 21), Javi López (Min. 52), Aguerd (Min. 91) y Sucic.

Incidencias: Partido correspondiente a la décimo cuarta jornada de LaLiga EA Sports disputado en San Mamés ante 50.719 espectadores, incluidos varios cientos aficionados de la Real.