Los jugadores del Athletic se entrenaron conjuntamente a las órdenes de Ernesto Valverde por primera vez después de dos jornadas separados en grupos para desarrollar las pruebas médicas y el acondicionamiento físico en campo. No estuvieron los internacionales Unai Simón, Nico Williams, Dani Vivian, Mikel Jauregizar y Maroan Sannadi; ni los cedidos Unai Vencedor y Hugo Rincón, que terminaron la temporada pasada más tarde por el play-off de ascenso a Primera. Pero las principales ausencias fueron Julen Agirrezabala y Yeray Álvarez. El primero ya está en Valencia, donde jugará una temporada en calidad de cedido con opción de compra para el club ché; y el segundo anunció ayer su positivo en un control antidopaje de la UEFA.

Sin jugar, entrenar y hablar

La primera consecuencia de esta infracción es la suspensión inmediata y total de la actividad deportiva. Es decir, Yeray no puede entrenar ni con sus compañeros, ni en las instalaciones del Athletic, ni a las órdenes del cuerpo técnico rojiblanco. Y mucho menos participar en encuentros, ya sean oficiales o amistosos, dentro del ámbito federativo. Por lo que al central barakaldarra tan solo le queda la opción de ejercitarse al margen y por su cuenta; y esperar a que el procedimiento disciplinario, que por el momento se encuentra en fase de instrucción, finalice. Respecto a esto, el precedente más cercano y similar en el fútbol es el de André Onana.

El guardameta camerunés, por aquel entonces en el Ajax, fue sancionado por la UEFA con doce meses de suspensión tras dar positivo por Furosemida, una sustancia que dijo haber consumido de forma inconsciente. El portero reconoció que “no podía entrenar con ningún entrenador titulado”: “Me tocó sobrevivir, aguantar y entrenar por mi cuenta. Tuve que armar un equipo fuerte de 17 personas para volver a ser el portero que era: preparador físico, entrenador de porteros, psicólogo… No fue fácil, pero lo logré”.

Es más, estas declaraciones Onana las concedió al finalizar su año de sanción puesto que, como explicaron Yeray y el Athletic en sendos comunicados, mientras el caso siga abierto -y está en fase de instrucción- no están “autorizados a realizar declaraciones públicas adicionales”. Así que habrá que esperar hasta que la UEFA dicte sentencia para escuchar a los implicados.

Sanción de 12 meses a 4 años

Respecto a la sanción a la que se puede enfrentar Yeray, la guía antidopaje de la UEFA establece que esta varía desde los doce meses hasta los cuatro años de suspensión, dependiendo de la sustancia prohibida y de la intencionalidad o no de su consumo. Por el momento, se desconoce públicamente cuál es el activo detectado en el control realizado al defensa rojiblanco, por lo que elucubrar la duración de la sanción es inútil.

De hecho, lo único que se sabe es lo que el barakaldarra contó en su comunicado, que “el positivo se dio porque tomé de forma involuntaria un medicamento preventivo contra la caída de pelo” que forma parte de un tratamiento que sigue desde que se le diagnosticó un cáncer testicular en diciembre de 2016. En este sentido, Yeray explicó que el positivo llegó tras un “control antidopaje efectuado por la UEFA en el partido de ida de las semifinales de la Europa League ante el Manchester United”.

Recursos al Comité de Apelación y al TAS

El Athletic, por su parte, se mostró rápido a la hora de “expresar su total respaldo” a su central y, a la vez, manifestó su “plena confianza en los órganos encargados de resolver el caso”. Así, tanto club como futbolista se encuentran ahora a la espera de la resolución de la UEFA, que será tomada y emitida por su Comisión de Disciplina. Asimismo, ambos trabajan conjuntamente, tal y como informó Yeray, “en mi defensa con el convencimiento de poder volver a los terrenos de juego lo antes posible”.

Y es que hay que recordar que el central finaliza su contrato con el club rojiblanco el próximo 30 de junio. Además, en caso de no estar de acuerdo con la sanción, Yeray podrá recurrir la misma en dos ocasiones: primero al Comité de Apelación de la UEFA y, por último, al Tribunal de Arbitraje Deportivo, más conocido como TAS.