Tal y como apuntaron Ernesto Valverde e Imanol Alguacil en la previa del encuentro, ejerciendo de agoreros que es la función de un entrenador, tratar de adelantarse al futuro, el derbi se desarrolló impregnado de igualdad, donde los detalles resultan determinantes y cada balón, como ya advirtió el técnico del Athletic, fue oro. En un derbi como el disputado en San Mamés, cerrado, de escasez de oportunidades, de brega y lucha, las individualidades pueden decantar la balanza. Y una de esas acciones protagonizó Oihan Sancet, llegado desde la distancia para dormir en la red un inapelable cabezazo que decidió el encuentro ante la Real Sociedad. Un tanto que alberga diferentes motivos de peso: significó dar los tres puntos a los suyos, convertirse con seis goles en el máximo anotador del equipo en la presente temporada e igualar, después de solo trece partidos, su registro goleador del curso pasado, cuando disputó 38 encuentros.

De las botas de Sancet nacieron gran parte de los argumentos ofensivos del Athletic. Sus endiablados reversos, esos ágiles giros de 180 grados con salidas de balón imprevisibles que quiebran líneas defensivas rivales, los desmarques desde la segunda línea de ataque y sus pases filtrados desmontaron la estructura defensiva de la Real en diferentes ocasiones.

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Las notas de Aitor Martínez: Sancet pone la magia Aitor Martínez

La principal acción, la más relevante, llegó en el minuto 26. “He visto que Nico la iba a poner en el segundo palo por arriba y he ido ahí y he podido ganarla”, describió. Visionario, Sancet arrancó la jugada desde fuera del área para llegar a línea de remate. Nico Williams mandó un balón picado. Oihan se alzó imperioso con una exacta medición de los tiempos en el salto que le permitió superar con limpieza y holgura a Javi López para girar el cuello y mandar la pelota contra la red inhabilitando cualquier opción de Alex Remiro. Un fusilamiento. A bocajarro. Oportunista.

El jugador que llevaba dos partidos sin comparecer (Ludogorets y Valladolid) tras sufrir un esguince en el ligamento lateral interno de su tobillo izquierdo aparecía para catapultar a la tropa de Valverde. “Nos dice que carguemos el área con muchos jugadores y en una de esas he podido meter”, celebró el mediapunta, que ya atesora seis goles (cinco en liga y uno en Europa League) en trece partidos disputados (once de la competición doméstica y dos europeos). Es el máximo realizador del Athletic pero es que se ha perdido cinco citas por problemas físicos.

Nada más arrancar la segunda mitad, Sancet resultó de nuevo decisivo sirviendo un excelente balón desde el costado a Beñat Prados que pudo suponer el 2-0 de no ser por el desacierto del compañero.

Cuando el encuentro fue avanzando, la Real comenzó a ganar peso a través de la posesión de balón. Entonces Sancet comenzó a diluirse en el plano ofensivo pero focalizó esfuerzos en el apartado defensivo con gratificantes colaboraciones que permitieron arruinar varias acciones de ataque rivales. Recuperó balones cuando el momento lo exigía. “La Real es un gran equipo, sabemos de su calidad, han tenido el balón, pero hemos estado cómodos”, repasó Sancet. Gracias a su generosidad y la del colectivo, la Real amenazó mucho menos de lo que hubiera deseado.

Falto de ritmo de competición por las dos ausencias previas al derbi y el parón de compromisos internacionales, Valverde decidió dar descanso a Sancet en el minuto 69 para dar entrada a un fresco Unai Gómez. “Estoy muy feliz, yo y el equipo. Era un partido muy importante para seguir en los puestos de arriba. Sumar más y meter el gol para ganar es lo más importante”, expresó, dando altavoz a la ambición del vestuario: “Nuestra lucha es quedar lo más arriba posible, si es en Champions mejor que en Europa League”. La actuación de Sancet bien valió un derbi que deja al Athletic en la quinta posición, a dos puntos de la cuarta plaza de Champions del Villarreal, que ha disputado un partido menos. 

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