En esta ocasión, Ernesto Valverde se mostró menos expresivo que semanas atrás, a la vuelta del primer parón de selecciones. Entonces dijo que le habían dado muchas vueltas al error en el tiempo de descuento del choque frente al Atlético de Madrid y que supuso la derrota del Athletic a las puertas de esa primera fecha FIFA. Ante el Girona, en el partido previo al segundo, tres fallos desde el punto de penalti y una pena máxima cometida en el añadido le impidieron al conjunto rojiblanco sumar siquiera un punto en Montilivi. De nuevo, errores que le costaron caro al equipo, si bien Valverde parece haber sido más condescendiente con su plantilla. Tras caer frente al Atlético, el grupo reaccionó a las mil maravillas, con tres triunfos consecutivos en liga logrados solo una semana. Ahora acaba de poner la primera piedra para lograr algo similar pasando por encima del Espanyol, al que borró del mapa en San Mamés.
En uno de esos extraños partidos que se juegan a las dos del mediodía, en los que uno no sabe si llevar un bocata al campo o hacer una de café torero, lo del Athletic fue una de baño y masaje. Y a otra cosa, que la tercera jornada de la Europa League asoma a la vuelta de la esquina. Lo entendió a la perfección Ernesto Valverde, que se permitió el lujo de sentar a varios de sus futbolistas capitales: Yuri Berchiche, Ruiz de Galarreta y los hermanos Williams cuando quedaban aún un buen puñado de minutos por disputarse. El 4-0 que imperaba en el marcador antes de la hora de juego facilitó la labor del técnico y los muchos asistentes a La Catedral vivieron un encuentro muy cómodo, sin sobresaltos, aunque el gol de falta del Espanyol en el añadido, otra vez el dichoso tiempo de descuento, impidió que la satisfacción fuera total, toda vez que Julen Agirrezabala, de vuelta tras su expulsión, no pudiera dejar su portería a cero.
Un pequeño borrón, mínimo e insignificante, en la gran tarde de Alex Berenguer. El navarro fue clave en la goleada al Espanyol y se postula como una alternativa más que válida para suplir a Oihan Sancet, lesionado este sábado y cuyo regreso al equipo es una incógnita, si bien podría producirse en alguno de los dos próximos partidos: el jueves frente al Sparta de Praga o el próximo lunes contra el Mallorca. Valverde ha encontrado en él a un futbolista de un perfil más similar al del navarro que el que le ofrece Unai Gómez, hasta la fecha el elegido para suplir a Sancet.
Berenguer se hizo notar gracias a su enorme calidad individual y la visión de juego que tiene. Sabe moverse entre líneas, tal y como explicó el técnico acostumbra a caer mucho al medio desde la banda, y tiene una enorme facilidad para encontrar la portería rival. Este sábado marcó un gol tras una gran acción personal y repartió dos asistencias, ambas a Iñaki Williams, con las que el Athletic cerró un partido en el que Dani Vivian ofreció una clase magistral en defensa y abrió el marcador.
La vuelta a la competición tras el segundo parón liguero le ha sentado de maravilla a la tropa que dirige Valverde. La gran actuación coral ofrecida ante el Espanyol sirve para olvidar lo sucedido contra el Girona dos semanas atrás y, de paso, permite al Athletic igualar los 17 puntos que figuraban en su casillero tras la disputa de las diez primeras jornadas el curso pasado. Claro que entonces el conjunto rojiblanco no tuvo que compaginar dos competiciones, como sí está haciendo esta campaña, con la liga y la Europa League, por lo que hay motivos para seguir manteniendo viva e intacta la ilusión. Además, Valverde sumó este sábado a un nuevo futbolista para la causa, Nico Serrano, que vivió su bautismo esta temporada. Baño, masaje y a otra cosa.
