Montilivi acoge este mediodía una cita atractiva entre dos equipos con un marcado carácter ofensivo, que realizan un fútbol valiente, pero que llegan al partido en situaciones bien distintas. El Girona que deslumbró al mundo el curso pasado por su elevado nivel futbolístico vive ahora a años luz de aquello, toda vez que está acusando las ausencias de jugadores capitales como Eric García, Yan Couto, Aleix García, Savinho o Artem Dovbyk, así como las exigencias de compaginar LaLiga con la Champions. Un premio envenenado para el conjunto catalán, que está en la segunda mitad de la tabla y no gana desde el pasado 1 de septiembre, cuando se impuso al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán. La tropa de Míchel tendrá enfrente a un Athletic al alza, espoleado por sus últimos resultados y una dinámica positiva, toda vez que ha enlazado seis partidos sin conocer la derrota, justo los mismos que lleva su rival de hoy sin ganar, con un balance de cuatro triunfos y dos empates.

El conjunto rojiblanco pondrá fin en Girona a una auténtica maratón de encuentros, con siete citas en solo 22 días, que hasta la fecha se ha saldado con nota. Es posible que el equipo no tenga la finura y la precisión de la que gozó meses atrás, e incluso que su juego no alcance el nivel de excelencia de entonces, pero los resultados obtenidos van en la misma línea, pues el Athletic tiene los mismos 14 puntos que el curso pasado a estas mismas alturas, es decir, tras las primeras ocho jornadas. Las muchas rotaciones, necesarias para mantener el nivel competitivo y que se esperan también en gran número en Montivili, así como la concentración de partidos, explicarían ese nivel ligeramente menor, claro que la competitividad del equipo no está en entredicho, como así ha demostrado en todos sus compromisos. Los resultados, además, avalan a una plantilla a la que Valverde está exprimiendo al máximo, dando muchas alternativas.

El Athletic quiere seguir en lo alto de la ola a la que se subió tras el revés sufrido frente al Atlético de Madrid a finales de agosto, cuando se le esfumó un empate en el último suspiro. El parón le vino bien al equipo, que espera llegar con mejores sensaciones al segundo, para lo que deberá regresar de Girona con un resultado positivo. Se verá las caras con un rival aún en construcción, que aguarda un paso al frente de los recién llegados. Para colmo, Míchel no podrá contar con Viktor Tsygankov, Oriol Romeu ni Daley Blind.

Nico Williams, lesionado

En lo que respecta al Athletic, Valverde pierde por lesión a Nico Williams, que sufre una contusión en la zona sacroilíaca izquierda, y a Mikel Vesga por una sobrecarga. Ambos se han quedado fuera de una convocatoria en la que sí figura Beñat Prados, recuperado de sus molestias, pero de la que siguen fuera Unai Simón y Yeray Álvarez.

Se esperan cambios en la alineación con respecto al once que dispuso Valverde el jueves ante el AZ Alkmaar, aunque adivinar el número de novedades es un juego de azar. Padilla actuará en portería después de que no fructificaran las alegaciones del Athletic por la expulsión de Agirrezabala ante el Sevilla. En defensa podrían formar De Marcos, Vivian, Paredes y Lekue; con Ander Herrera y Ruiz de Galarreta en la medular; las bandas podrían ser para Berenguer y Djaló, con la duda de si Sancet repite de inicio o Valverde se la juega con Canales o Unai Gómez; mientras que en ataque Guruzeta cuenta con muchas opciones, toda vez que Martón solo ha participado en un encuentro y hace ya más de un mes.