Una amplia representación de los primeros equipos del Athletic, junto al presidente Jon Uriarte, José Ángel Iribar y una delegación de la Junta Directiva, han cumplido este lunes con la tradicional ofrenda a la virgen de Begoña, patrona de Bizkaia. Un acto que lleva celebrándose desde 1930 y que siempre reúne alrededor de la basílica a un buen número de aficionados rojiblancos.
En esta ocasión, además, la visita ha sido muy especial, ya que 40 años después el club ha podido ofrecer a la Amatxu la Copa. Como es habitual, el presidente, en un breve discurso, ha tenido unas palabras de reconocimiento a “las generaciones pasadas de futbolistas, directivos, directivas, socios y socias que nos legaron el sentimiento zurigorri y los valores del Athletic”. Los capitanes, Óscar de Marcos e Irene Oguiza, han depositado una camiseta y un balón en el altar y la ceremonia ha terminado con un minuto de silencio por todos los socios y aficionados que han fallecido durante el año.