Decepción entre la afición rojiblanca que ha acudido a las inmediaciones de Lezama desde primera hora de este viernes para despedir a los leones en su trayecto al aeropuerto y que finalmente se han quedado sin poder ver de cerca a sus ídolos al tomar la expedición rojiblanca otra salida con el autobús en Lezama. El club ha pedido perdón y lo ha achacado a una recomendación de la Ertzaintza de última hora por cuestiones de seguridad. Pasadas las dos de la tarde la afición se ha trasladado a la carretera principal de Lezama al tener noticias de que los jugadores no saldrían por el acceso principal. Sin embargo, tras movilizarse y buscar un nuevo punto de reunión, finalmente han visto que la expedición tomaba otra ruta distinta para ir al aeropuerto. Entonces, la indignación se ha apoderado de centenares de athleticzales que se han quedado sin ver a sus ídolos para darles el último aliento. Tristeza entre las decenas de niños y niñas que han aguardado durante varias horas e indignación entre los adultos que no han comprendido semejante decisión.

A pesar de todo, durante varias horas la afición ha vuelto a demostrar que los leones nunca están solos. No importa los kilómetros de distancia que les separen, que siempre notan el aliento de su fiel afición. Y mucho más cuando se enfrentan a un desafío como es una final de Copa del Rey, un acontecimiento que paralizará Bizkaia entera. Es la locura de una pasión sin medida, una devoción inexplicable y una fidelidad única. Convocados a través de las redes sociales, numerosos seguidores rojiblancos se han congregado este mediodía en Lezama para brindar el último aliento a los jugadores en el trayecto desde la ciudad deportiva hasta el aeropuerto de Loiu antes de poner rumbo a Sevilla, donde disputarán la final de Copa del Rey en el estadio de La Cartuja ante la Mallorca. Fervor y júbilo. Gritos y cánticos. Miles de seguidores rojiblancos han copado las inmediaciones de la factoría rojiblanca y las cunetas, aceras y puentes de camino al aeropuerto animando a su equipo con banderas y bufandas al aire.

El Athletic es único y despierta un sentimiento que está muy enraizado en la sociedad. De generación en generación. Tradición e historia. El peso de una camiseta centenaria. Por eso los aficionados han querido dar a los jugadores ese último aliento necesario para culminar la gesta. La gabarra aguarda en dique seco desde hace 40 años.

Los leones han notado el calor desde el autobús. ¡Cómo para no notarlo! La llama del bullicio popular se prendió al mediodía y ha ido in crescendo al paso del vehículo que transportada a los héroes bilbainos por la carretera de acceso a las instalaciones de Lezama. La afición ha vuelto a rugir como en las grandes ocasiones. Esa comunión es inquebrantable. Un último empujón para llevarles en volandas a Sevilla.

Con la ilusión de estar ante una cita histórica, los aficionados se han dejado notar desde balcones, cunetas y aceras. Una despedida que se prometía heroica, pero que finalmente ha sido un tanto amarga para unos leones que ya velan armas en busca de convertirse en campeones. Los de Ernesto Valverde tienen una cita con la historia y la afición no les va a dejar solos. Por último, una vez que aterricen en Sevilla, Ernesto Valverde e Iker Muniain asistirán a la rueda de prensa prevista para las 19.15 horas. Después de la comparecencia, los rojiblancos entrenarán a puerta cerrada sobre el césped de La Cartuja, escenario de la final.