San Mamés puso el lazo al 2023 de la mejor manera posible, con un vibrante triunfo ante la Unión Deportiva Las Palmas, que hincó la rodilla sobre la bocina con un bravo Unai Gómez como verdugo. Cuatro días después de celebrar la clausura del 125 aniversario del club con un triunfo de postín contra el Atlético y con míticos exrojiblancos vestidos de corto sobre el verde, la tropa de Ernesto Valverde se afanó en dar la última alegría del año a una afición que desafió al frío nocturno de Bilbao para saborear tres nuevos puntos en la búsqueda de Europa. 39.471 espectadores se dieron cita en 'La Catedral' para dejar al equipo quinto en la clasificación.

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El Athletic - Las Palmas, en imágenes Pablo Viñas

No importó que San Mamés registrara la asistencia más baja desde el comienzo de la temporada debido al horario tardío de un envite en pleno diciembre y en día laboral. Por primera vez en el presente curso se bajó de los 40.000 espectadores, pero los presentes se bastaron para alentar hasta el suspiro final a unos futbolistas que buscaron el gol por tierra, mar y aire hasta que Unai Gómez desató el éxtasis como broche final al 2023. El choque, disputado palmo a palmo desde el pitido inicial, tuvo casi de todo, incluidos dos penaltis en la primera mitad. Solo uno, sin embargo, obtuvo el visto bueno, pues el señalado inicialmente a favor de Las Palmas en el minuto 28 fue invalidado por el colegiado Martínez Munuera previa revisión en el monitor.

Lo lamentaron en las alturas de San Mamés los numerosos y animosos seguidores canarios desplazados hasta Bilbao, que sonrieron poco después al ver cómo Alvaro Valles detenía una pena máxima a Gorka Guruzeta. Fue entonces la parroquia rojiblanca la que torció el gesto después de que en los videomarcadores y por megafonía se pidiera minutos antes no realizar cánticos ofensivos para salvaguardar el fair-play.

INVITADO ESPECIAL

Desde el palco disfrutó del encuentro Aitor Torres, capitán del Rubí y aficionado rojiblanco desde pequeño. El lateral izquierdo del humilde conjunto catalán, primer rival del Athletic en la actual edición de la Copa, fue recibido por el presidente Jon Uriarte, quien le entregó como obsequio el brazalete de capitán con firma incluida que portó durante el choque copero Iker Muniain, sin minutos en una cita que concluyó con Iñaki Williams despidiéndose de la afición con besos camino a la Copa África.