El Athletic llega muy justo al inicio de liga

Lo menos relevante podrían ser los marcadores registrados en las pruebas realizadas. Ganar no es imprescindible a estas alturas, no obstante hacerlo en una única ocasión de seis posibles sabe a poco. Tres empates y dos derrotas completan el balance. Como ha señalado el técnico, el revés ante el Guadalajara se ha de asumir como lógico por las adversas condiciones que concurrieron en el estreno. Y caer en el campo del Celtic tampoco supone desdoro alguno. Por un lado, el Athletic ofreció su versión más convincente del verano mientras le duró el combustible, debió haber sentenciado antes del descanso, y luego fue notorio que el conjunto escocés, que atesora un potencial estimable, le aventajaba en rodaje y que Brendan Rodgers gestionó la cita para asegurarse que brindaría el triunfo a su afición.

Imponerse al Necaxa tampoco fue para sacar pecho, vista la penosa puesta en escena de los mexicanos, pero vino bien para resarcirse y elevar la autoestima antes de regresar a casa. Peor impresión causó el Athletic frente a Racing y Eibar, ambos de Segunda. Por mucho que se apele a que Valverde recurrió al bloque de suplentes, el dominio armero presidió el derbi. Ante los cántabros, que claramente echaron el resto, puso un once bastante reconocible. En ninguno de los dos ensayos funcionó el equipo como sería deseable.

Queda por comentar el ingrato empate ante el Manchester United. Aquí, Valverde se excedió un poco al mentar el “gran nivel” del cuadro inglés, enfoque reforzado por el titular de la crónica de la página web del club que catalogaba la actuación del Athletic de “gran partido”. La verdad es que el contrario empleó un bloque de relleno, sin una sola de sus figuras. Ello favoreció que el Athletic se desenvolviese con suficiencia mientras jugó con once y que no sufriera en exceso en la última media hora con diez, pero de ahí a sobredimensionar el rendimiento hay un trecho. La impresión fue que el equipo va justo. A partir de que Valverde dirige un grupo sin apenas novedades, por tanto trabajado para posicionarse sobre el campo, protegerse, presionar coordinadamente y desdoblarse con agilidad en ataque, aspectos que se plasmaron ante el Manchester United durante casi una hora, no cabe obviar que su producción ofensiva no pasó de discreta y que en varias fases adoptó un perfil conservador, como si amarrar a toda costa el 0-1 fuese prioritario.

Este encuentro, en pura teoría, equivalía a lo que se denomina el ensayo general previo a la competición oficial. La alineación que recibirá este sábado al Real Madrid no diferirá de la diseñada para el Aviva Stadium de Dublín. Pese a que Valverde no descarte la recuperación de Yeray, hoy por hoy básico en la estructura defensiva, el central únicamente ha disputado 39 minutos, fue en el amistoso con el Racing. Dato que aconsejaría no forzar su reaparición en compromiso tan exigente.

De Marcos, Vivian, Paredes y Lekue poseen el cien por cien de los boletos para estar ante el Madrid por delante de Simón. Al igual que Vesga y Galarreta se antojan inamovibles y Sancet, corto de preparación, ejercerá de enlace con una delantera donde los hermanos Williams tienen plaza fija, por más que Nico haya sido dosificado a fin de eludir complicaciones en su estado físico.

Falta por adjudicar una plaza, que se decidirá entre Muniain y Villalibre. Desde luego, no compiten por la misma demarcación, pero ellos representarían la única incógnita por despejar. Para que entre el capitán o el ariete bailaría la ubicación de Iñaki Williams, que sería el hombre más avanzado en la primera hipótesis o caería a la banda derecha en la segunda. Previsiblemente, habrá minutos para los dos.

Un rondo en el entrenamiento matinal de ayer en Lezama. Borja Guerrero

Según las decisiones que ha ido tomando Valverde, cuesta hallar argumentos que anticipen apuestas distintas. En la línea de cursos precedentes, Lekue cubrirá la baja de Yuri y Paredes la de Yeray. Gente como Berenguer, aquejado de lumbalgia, Herrera, adelantado por Galarreta, o Raúl García y Guruzeta, que han tenido un papel secundario, parecen abocados a esperar turno. Dani García, otro candidato a entrar en la rueda, sigue de baja.

Este es el panorama. A la espera de que la enfermería vaya vaciándose, Valverde ha distribuido minutos y responsabilidades de forma que la fisonomía del Athletic remite a lo ya conocido. Galarreta es la cara nueva en un equipo donde no se adivinan más refuerzos, al menos no en el sentido de que puedan ser considerados como opositores a un hueco en la pizarra. Cualquier operación de envergadura reclamaría un desembolso inasumible. Y huelga decir que ojalá no aparezca un tiburón dispuesto a alterar el precario ecosistema de un vestuario cuya composición, en principio, garantizaría eludir agobios.