La afición del Athletic siempre está ahí. No es nuevo. Se suceden las generaciones, cambian los tiempos, pero el calor de los seguidores al equipo se mantiene inquebrantable. Está fuera de toda duda. Pase lo que pase. Vengan bien o mal dadas. El primer entrenamiento de la pretemporada 2023-24 con las puertas abiertas al público, que se desarrolló en el campo 1 de Lezama tras el que tuvo lugar en sesión matinal con las habituales pruebas médicas de por medio, no hizo más que constatar que la ilusión vuelve a imperar con vistas al curso entrante. Digerida ya la decepción que supuso no lograr plaza europea en la última edición liguera y a la espera de la resolución del caso Osasuna para saber si los despachos proporcionarán finalmente un billete continental a los leones, fueron multitud los aficionados que se acercaron hasta la factoría rojiblanca en sesión vespertina.

Tantos que no todos lograron su objetivo en primera instancia. Fueron muchos, no en vano, los que se quedaron sin poder pasar los tornos de acceso a las instalaciones en un primer intento. Ahí se produjo el corte minutos antes del inicio del entrenamiento. Alrededor de 1.500 aficionados dentro, algunos más de los previstos inicialmente por el propio club, y cerca de 500 con la miel en los labios. Reaccionó el club. Con la sesión en marcha, pasados unos quince minutos, se ordenó dejar entrar a quienes permanecían a las puertas de Lezama. No eran todos los que esperaban una inmensa cola en un principio, pero sí todos los que estaban en un momento en el que la alegría, a modo de alivio, invadió a los numerosos niños y niñas que vieron habilitado sobre la bocina su deseo de ver en acción a los leones.

REUBICADOS

Los últimos en llegar invadieron de primeras la zona de prensa, incluida una niña pancarta en mano pidiendo la camiseta a Iker Muniain, pero rápidamente fueron conducidos a la zona trasera de la portería por la que los futbolistas acceden en sus vehículos al edificio reservado para el primer equipo. El griterío, alrededor de todo el campo de entrenamiento, fue constante en la primera toma de contacto con la pretemporada, que concluyó con la pertinente sesión de firmas y autógrafos antes de que las puertas de Lezama vuelvan a abrirse este mismo sábado en sesión matinal.