Los aficionados de Osasuna están indignados ante la posibilidad de que lo que su equipo logró sobre el césped el pasado curso quede en agua de borrajas después de que los inspectores de la UEFA hayan recomendado la exclusión del club rojillo de la próxima edición de la Conference League. A la espera del recurso que el club navarro presente en los próximos días ante el Comité de Apelación, organismo independiente que dictaría el fallo definitivo a finales de este mes o principios de julio, todavía hay mucha tela que cortar. Porque en última instancia, la entidad presidida por Luis Sabalza puede acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo.

Con el Athletic a la expectativa –una expulsión de Osasuna abriría las puertas de Europa a los leones al terminar LaLiga una posición por detrás de los pupilos de Jagoba Arrasate–, llama la atención el elevado tono que han mantenido tanto los responsables rojillos como los de la Federación Española de Fútbol. Osasuna, después de un duro comunicado inicial en el que valoró la decisión de los inspectores de la UEFA, salió al paso a la valoración pública que realizó la RFEF, en la que calificó de “infamia y de actuación muy grave” la nota emitida a su vez por el club rojillo. El organismo presidido por Luis Rubiales acusó a la entidad navarra de “pretender implicar” a la Federación Española en la propuesta de los investigadores del máximo órgano de gobierno del fútbol europeo en la que se recomienda la expulsión de Osasuna de la próxima edición de la Conference League como sanción por el amaño de partidos de la temporada 2013-14, con sentencia firme del Tribunal Supremo.

Sacrificar al débil

El club rojillo negó la acusación y denunció en su segundo comunicado la doble vara de medir de la Federación con relación al Barcelona: “El posicionamiento público de la RFEF y de su presidente en relación al expediente abierto a Osasuna contrasta con el mantenido con otro club adscrito a su federación al que no ha tenido problema en defender públicamente en los medios de comunicación, pese a que la investigación disciplinaria de la UEFA ya estaba en curso”.

“Un club perteneciente a una comunidad en la que algunos de sus medios de comunicación han contado con información de primera mano del expediente a Osasuna. Informaciones que han contribuido a construir un relato que sacrificaba al débil para favorecer al fuerte y que llegaban minutos después de las comunicaciones de UEFA realizadas directamente al equipo jurídico del club y en el que la RFEF era la única institución en copia”, destacó la entidad navarra, que espera acontecimientos.