Ya es oficial. Aunque era un secreto a voces y el propio Ernesto Valverde lo adelantó el pasado sábado, el Athletic ha hecho oficial este martes el adiós de Iñigo Martínez. En un comunicado publicado a la vez que un mensaje en Instagram por el propio jugador, el conjunto bilbaino señala que el central ha decidido emprender un nuevo rumbo profesional después de seis temporadas como león y 177 partidos, 18 de ellos en esta última campaña.
Después de diferentes intentos de negociación en las dos últimas temporadas, según indica Ibaigane, “Iñigo Martínez ha mantenido su rechazo a la oferta del club para ampliar su contrato”. El central, que llegó procedente de la Real Sociedad en enero de 2018, se lleva en su palmarés un título de la Supercopa. El Athletic desea a Iñigo Martínez toda la suerte en su futura trayectoria profesional, a la vez que “agradece profundamente su entrega y dedicación mostrada en la defensa de los intereses de la entidad durante todos estos años”.
Un fichaje redondo
Josu Urrutia hizo frente a los 32 millones de euros de la cláusula de rescisión de Iñigo Martínez en la Real Sociedad para convertir al de Ondarroa en el reemplazo de Aymeric Laporte. Ocurrió el 30 de enero de 2018, solo un día después de que el Manchester City depositara los 65 millones que marcaban a su vez la cláusula del de Agen en el Athletic, que respondió con suma celeridad para hacerse con los servicios de un central de contrastada categoría y fiabilidad. La apuesta pareció segura desde el primer momento y así se ha demostrado en el transcurso de los años.
El rendimiento de Iñigo Martínez desde su llegada a San Mamés, excepcional, ha superado incluso las mejores expectativas, hasta el punto de hacer olvidar en un abrir y cerrar de ojos al propio Laporte y erigirse durante cinco largos años en el comandante de una línea defensiva que ahora se queda falta de efectivos.
Aitor Elizegi
La directiva de Aitor Elizegi le trasladó una oferta a Iñigo. No le modificaba la ficha y lo compensaba con una serie de incentivos. Estando ya en la antesala del proceso electoral, el jugador prefirió no responder escudándose en el inminente relevo en Ibaigane. Negociaría con los nuevos mandatarios. Es entonces, con la pretemporada en marcha cuando el Barcelona sondea a Iñigo para su captación. Antes del cierre del mercado estival, Jon Berasategi, director general del Athletic, recibe de una persona autorizada una propuesta concreta, quince millones de euros y cinco más en variables para que el jugador recale en el Camp Nou.
Ese movimiento existió, pese a que Jon Uriarte se escudase en que nadie del Barcelona había hablado directamente con él. Lo cierto es que el Athletic no respondió a la oferta. Con el paso de los meses, desde Ibaigane dejaron el caso aparcado. Días antes de la conclusión de marzo, un emisario del presidente efectuó una llamada telefónica al agente de Iñigo, quien no pudo por menos que transmitirle su incredulidad. Acumulaba meses aguardando ese contacto, en concreto desde que Uriarte tomó posesión del cargo. De ahí que el diálogo durase minuto y medio. La decisión de irse estaba tomada desde hace tiempo.