En un vídeo que ha hecho recientemente el biólogo y zoólogo Mario de Wonder (@Mariodewonder) se adentra en un tema tan cotidiano como complejo: la calvicie masculina. Con datos científicos y gracias a teorías evolutivas, el científico desvela que perder el pelo no es necesariamente una condena, sino que podría estar asociado a ventajas ocultas que la evolución ha mantenido durante miles de años.
El vídeo arranca con un dato llamativo: “A partir de los 50 años la mayoría de hombres somos calvos y España es el líder mundial en porcentaje de hombres calvos”. Mario lo ilustra con un ejemplo personal: “Mi propio padre es calvo, así que yo tengo muchas probabilidades de perder el pelo”. Lejos de verlo como un problema, plantea la calvicie como un rasgo que persiste porque la selección natural lo ha beneficiado de alguna manera.
La utilidad del pelo
Antes de hablar de las ventajas de la calvicie, el biólogo recuerda por qué tener pelo ha sido útil. Desde un punto de vista evolutivo, el cabello es un indicador de salud y juventud, lo que en la prehistoria aumentaba las opciones de atraer pareja. Además, explica que el pelo de la cabeza surgió como una adaptación al andar sobre nuestras "patas traseras": actuaría como una gorra natural contra el sol y como un gorro en climas fríos. “El pelo es como un aire acondicionado biológico: deja pasar el aire y bloquea los rayos del sol”, comenta Mario De Wonder.
La explicación científica llega cuando habla de la hormona DHT (dihidrotestosterona), que debilita los folículos capilares hasta reducirlos a una fina pelusilla. Mario recurre a una metáfora bélica: “En la zona frontal están los franceses, fáciles de conquistar; en la parte de atrás, las Termópilas, donde los folículos resisten”. De ahí que los injertos capilares funcionen trasladando folículos resistentes de la nuca a las zonas más afectadas.
¿Qué ventajas tiene entonces ser calvo?
En el tramo fundamental, Mario se centra en las teorías que podrían explicar la persistencia de la calvicie. Una de ellas es la del “gorila espalda plateada”, que sugiere que la calva funcionaría como símbolo de madurez y poder, transmitiendo dominancia social. Otra hipótesis es la de la pleiotropía antagónica: los mismos genes que provocan caída del cabello estarían asociados a beneficios en la juventud, como más testosterona, fertilidad o musculatura. “¿Tienes calvicie? Probablemente tienes un nivel de testosterona mayor”, resume.
También menciona la teoría del efecto de arrastre genético: aunque quedarse calvo no sea en sí ventajoso, algunos genes vinculados a la calvicie sí aportan beneficios y, por eso, se han extendido en la población.
El biólogo concluye con un mensaje tranquilizador para quienes han perdido el pelo: “La calvicie en sí no es mejor que tener pelo, pero probablemente va aparejada con ventajas genéticas que la han mantenido”. Según Mario, si la genética y la evolución no han eliminado la calvicie de nuestra genética, será por algo.