El partido está señalado en rojo en el calendario. Es un clásico, el cuarto en un escaso intervalo de dos meses. Como diría Bugs Bunny, un referente infantil de varias generaciones: ¿Qué hay de nuevo, viejo? Es también un encuentro enorme, una cita en los cuartos de final de Copa en San Mamés. Un Athletic-Real Madrid, palabras mayores. Un enfrentamiento que invita a disfrutar de una nueva noche mágica en La CatedralLa Catedral, como ya sucediera dos semanas atrás en la eliminatoria de octavos frente al Barça. Entonces, el colectivo rojiblanco triunfó gracias al tanto de Iker Muniain desde los once metros en la prórroga y el plan de Marcelino, sobre todo porque los leones ofrecieron una imagen sobresaliente en intensidad y juego. El técnico asturiano, sin embargo, asume los quebraderos de cabeza que le supone medirse al conjunto de Carlo Ancelotti, ante el que ha hincado la rodilla en los tres choques disputados desde el pasado 1 de diciembre. Ya sea por hache o por be, el Athletic ha sido incapaz de batir al Madrid en los duelos mencionados, una ineptitud que debe corregir de cara al jueves si quiere jugar las semifinales de la competición del K. O. por tercera temporada consecutiva.

A Marcelino le toca perfilar una especie de fórmula Asterix al que ya ganó, eso sí, en la edición de la Supercopa de 2021 aunque entonces el conjunto blanco estaba dirigido por Zinedine Zidane. Tiene en la cabeza su plan de choque para hacer realidad el objetivo, otra cosa es que sea eficaz en la práctica. No en vano, el de Villaviciosa asume que en los tres compromisos anteriores ante Ancelotti contó con puntuales contratiempos que le impidieron emplear todos sus recursos, aunque es cierto que el Madrid también padeció sus bajas. Marcelino no pudo contar en el choque de liga en el Santiago Bernabéu con Iñigo Martínez, ausente por sanción; el central se ausentó de nuevo en el partido tres semanas después en Bilbao por culpa del covid-19, al igual que sucediera con Unai Simón; y en la final de la Supercopa en Riyahd se vio en la obligación de buscar recambio a Unai Vencedor, lesionado el 9 de enero en el derbi de Mendizorrotza ante el Alavés y que tampoco estará disponible para el choque de Copa.

Esas tres derrotas ante el Madrid han servido a Marcelino para tomar nota de las debilidades que penalizaron a su equipo y también de las fortalezas que proyectaron pese a que no les valiera para sacar premio alguno. Cabe recordar que el encuentro en el Bernabéu se visualiza como el que más cercano estuvo el conjunto rojiblanco de superar al equipo de Ancelotti, pero en el coliseo blanco se encontró con la magistral actuación de Thibaut Courtois, ya que el portero belga sacó intervenciones magistrales para dejar su puerta a acero pese a las grandes ocasiones de que gozaron jugadores como Raúl García, Alex Berenguer, Oihan Sancet -que está en el ojo del huracán por el accidente en que se vio implicado su vehículo en la madrugada del domingo en Iruñea- o Dani García. Decidió, en cambio, el tanto solitario de Karim Benzema, quien, para más inri, marcó en estos tres duelos que acentúa su idilio con el Athletic, al equipo que más ha batido en su carrera y que cruza los dedos para que el francés, que sufre una microrrotura muscular, no llegue a tiempo para comparecer en San Mamés, donde hizo un doble en la cita del último 22 de diciembre.

Marcelino, así las cosas, no pudo repetir once en estas tres derrotas consecutivas frente al Madrid y tampoco lo hará el jueves, si bien con el matiz positivo de poder alinear de inicio a Yuri Berchiche, que reapareció en Arabia Saudí tras casi nueve meses en la enfermería y que ya fue titular en el último choque copero ante el Barça. Iñaki Williams y Yeray son los tres leones que han hecho pleno en esta tacada con el equipo madridista; Muniain, Oier Zarraga, Mikel Balenziaga y Dani García también han sido titulares en todos ellos y solo Sancet ha sido capaz de superar a Courtois en esos 270 minutos de juego. Sea como fuere, Marcelino maneja en las últimas sesiones en Lezama un plan para poder ganar al Madrid de Ancelotti y hacer historia.