Como la vida, el fútbol te da sorpresas. Anoche en San Mamés, una gorda y muy agradable. El Athletic despertó de su letargo, se quitó de encima la depresión en que llevaba sumido semanas con un triunfo de gran significado y relevancia. Parecía que ya nada pintaba en la liga, condenado a desempeñar un papel intrascendente y de repente cobró un inusitado protagonismo al doblegar al líder y tensar al máximo la lucha por el título. Pero al margen de lo que se cuece en la cabeza de la tabla, el valor de lo presenciado radica en la formidable reacción de los hombres de Marcelino quien se atrevió a repetir la apuesta e insistió de salida con varios de los jóvenes, lo que se tradujo en una feliz reivindicación. Alentadora desde la óptica del técnico y sobre todo de cara a una afición que necesitaba algo, un gesto, una respuesta, un golpe encima de la mesa, una prueba de que el equipo posee alma, juego, valentía y un catálogo de recursos cuya amplitud estaba en cuestión.

Solo hubo tres cambios respecto a la cita del Villamarín La versión añorada, basada en el convencimiento y la ambición. La presencia del potente grupo de Simeone en vez de intimidar tuvo un efecto reactivador. Se rescataron conceptos sin los que no se entiende qué es este equipo y cuya ausencia ha resultado fatal en los últimos tiempos. A saber: intensidad, agresividad, un plan concebido para incomodar y generar situaciones de gol, con las líneas avanzadas, un ritmo muy exigente y perseverancia. Demasiado recado para un Atlético que seguramente no esperaba semejante puesta en escena y lo pagó muy pronto. El gol de Berenguer nació en una acción trepidante con tres hombres tocando al primer toque para que Capa templase desde la línea de fondo, además de una pizca de fortuna, ese factor que suele comparecer cuando se busca. El servicio del lateral, ligeramente desviado por Felipe, le cayó a Berenguer

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Las mejores imágenes del partido Athletic-Atlético de Madrid

No es preciso ponderar el influjo de la ventaja, aunque no varió un ápice el guión. Continuó el Athletic metiéndole tralla al duelo: robaba y salía disparado. El árbitro abortó un par de jugadas prometedoras de este estilo. Al Atlético le costó casi veinte minutos trenzar una combinación para llegar a zona de ataque. La iniciativa era local, Sancet se asociaba con inteligencia con todos, se ofrecía y ningún rival lograba neutralizarle. Capa rompía por su ala como si acabase de salir de fábrica, nada que ver con el defensa dubitativo y fallón que había perdido el puesto. Dani García llevaba imán en las botas y la zaga dio siempre sensación de solidez. Todos funcionaban al unísono, armonizados, generosos, atrevidos. Enfrente no sabían qué hacer.Al igual que sucediera en el Metropolitano, el primer acto correspondió por entero al Athletic, la diferencia estuvo en que conservó la concentración y el líder no halló resquicio para plasmar su acreditada eficacia. Un par de intervenciones del enredador Correa y para de contar. Incluso Villalibre y Sancet pudieron incrementar la cuenta, Oblak desbarató la primera y la otra no halló puerta por poco. La única noticia negativa fue la lesión de Capa, al que Dani García le cayó encima, retirado con la rodilla derecha afectada.

Sostener la propuesta era quizá la parte más complicada del asunto, el desgaste propio tenía que notarse igual que la réplica del Atlético que, con lo que había en juego, de alguna manera tenía que aflorar. En efecto, Simeone leería la cartilla a los suyos y la segunda mitad trajo un cambio de decorado. Se levantó el telón y pronto se percibió que el Atlético metía un par de marchas más a su juego. Lo acusó el Athletic, que extravió la pelota, dejó de morder arriba y cedió terreno. Llorente avisó desde la frontal. Seguido Carrasco filtró un envenenado centro paralelo que se paseó de forma inquietante. Volvería a hacerlo en un par de ocasiones más. Sin ser agobiante, la dinámica no auguraba nada bueno. Justo antes de la hora, disfrutó el Athletic de la oportunidad ideal para sentenciar o casi. Morcillo se fue por piernas pillando al rival descolocado, sirvió a Sancet y este remató durísimo, aunque levemente alto.

MÁS MADERA

De inmediato Simeone ordenó una triple sustitución: Lemar, Joao Félix y Suárez, a escena. Casi nada al aparato. Marcelino se hizo más de rogar y asistió a tres o cuatro lances comprometidos, si bien ninguno obligó a intervenir a Unai Simón. Por fin se decidió a refrescar sus filas con Vesga, Williams y Unai López. Estos dos fabricaron la jugada que debió ser definitiva, pero Hermoso repelió el chut del centrocampista que acaso Oblak no hubiese podido detener. De modo paulatino el encuentro se había ido equilibrando. Las novedades aportaron cierto poso, criterio en el uso de la pelota, lo que sirvió para cortar las alas de los colchoneros, que al perder el mando se vieron forzados a correr tras el oponente y el depósito no les daba.

Quedaba un cuarto de hora largo cuando el éxito saltó por los aires. Nunca mejor dicho porque en un córner Savic se anticipó a todo el mundo y peinó a la red con Simón a media salida. Establecida la igualada, el pulso entró en su fase crítica. Suárez permanecía inédito gracias al balance de los centrales, con Iñigo sobresaliente, atento a cada detalle. Costaba acceder a las áreas, pero era evidente que ninguno renunciaba a la victoria, detalle que merece la pena subrayar. Era lógico que el líder apretase, quizá no tanto que también el Athletic se mostrase descarado pese a tener un punto en el bolsillo. Y el premio cayó del lado del bando que en el cómputo global más méritos acumuló. Ibai templó con gusto desde la esquina e Iñigo emergió en medio de un conglomerado de músculos y huesos para agarrar un cabezazo limpio que entró como una bala de cañón. Excelente broche para un partido estimulante e instructivo.

ATHLETIC: Simón; Capa (Min. 46, Lekue), Nuñez, Iñigo, Balenziaga; Berenguer (Min. 82, Ibai), Vencedor (Min. 71, Vesga), Dani García, Morcillo; Sancet (Min. 75, Unai López) y Villalibre (Min. 71, Williams).

ATLÉTICO: Oblak; Trippier (Min. 59, Lemar), Savic, Felipe, Lodi (Min. 74, Hermoso); Saúl (Min. 59, Luis Suárez), Koke, Herrera (Min. 59, Joao Félix), Carrasco; Llorente y Correa (Min. 64, Torreira).

Goles: 1-0: Min. 9; Berenguer. 1-1: Min. 77; Savic. 2-1: Min. 86; Iñigo Martínez.

Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Ha amonestado a Sancet, Vencedor, Dani García y Unai López, del Athletic; y a Marcos Llorente y Torreira, del Atlético de Madrid.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de LaLiga Santander, disputado en San Mamés a puerta cerrada.