Empatar fuera de casa es un logro, en teoría. Si se consigue disfrutando de superioridad numérica desde el duodécimo minuto hasta la conclusión, entonces la percepción del resultado cambia. Pero si en esa hipótesis aséptica se introduce la variable de que el equipo visitante se llama Athletic y además se conoce su circunstancia, que viene de donde viene, de encadenar dos finales que le han dejado para el arrastre en todos los sentidos, pues igual hasta se debe dar por bueno el puntito, que menos da una piedra. Ahora bien, en un análisis mínimamente riguroso habrá que incluir la pregunta de qué más podía pedir en su retorno a la liga, en su primera oportunidad de resarcirse, de insuflar una pizca de alegría a su penoso estado mental, que jugar contra diez. Pues dio igual porque de nuevo incurrió en los errores y las deficiencias que le han conducido hasta este punto en que nadie espera ya asistir a algo positivo, sugerente, donde quizá lo que más se agradecería es que la temporada terminase de inmediato.

Una vez más, del repaso del desarrollo del encuentro y de las oportunidades creadas en una y otra portería, se concluiría que el desenlace no es justo con los de Marcelino, incluso hubo varios que estuvieron cerca de subir al marcador, no muchos la verdad, pero el equipo vive deprimido, sin confianza, actúa a impulsos y bastantes de sus elementos carecen de criterio o presentan un índice de acierto que supone un lastre para plasmar el deseo de catar la victoria, una necesidad que empieza a resultar abrumadora. El afán no se cuestiona, de hecho se percibió un talante prometedor desde el comienzo, saltó el Athletic al Villamarín a buscar al rival, no escogió una postura contemplativa, presionó arriba y anotó enseguida una aproximación peligrosa.

Las mejores imágenes del encuentro. Fotos: EFE/Athletic ClubLa jugada tuvo su miga. Fue una de las mejores combinaciones, Sancet conectó con Villalibre y este cedió en ventaja a Morcillo, cuyo chut repelió con apuros Bravo. Pero el extremo fue objeto de penalti, al ser arrollado por Emerson, y el árbitro se hizo el sueco. Puede que la omisión pesase en el ánimo de Medie Jiménez al poco, cuando el VAR le pidió que mirase una violenta e innecesaria, ocurrió en el círculo central, entrada de Fekir, con los tacos a la tibia de Vencedor. Tras pensárselo bastante, expulsó al media punta local. Perfecto, el partido se inclinaba favorablemente y lo único que demandaba era actuar con sentido común.Había tiempo de sobra, se trataba de utilizar la cabeza para forzar el desgaste físico de un Betis que por su perfil necesita el balón y si no lo tiene baja muchísimos enteros. A ello se pusieron los rojiblancos, pero les costó un rato exprimir su ventaja. Lentos, torpes, previsibles en sus movimientos, tardaron casi media hora en generar algo potable en ataque. El recurso fue De Marcos, listo para penetrar con desmarques al espacio. Se echaron de menos otras aportaciones, mientras cada maniobra de acercamiento se hacía eterna o se frustraba por culpa de decisiones irritantes, los clásicos pases sin oposición al contrario. En esta faceta destacó Núñez, pero tuvo unos cuantos imitadores. Entre todos lograron que se alcanzase el descanso sin que Bravo interviniese. La zaga andaluza no sintió ni cosquillas.En ausencia de inspiración, el paso de los minutos se convertía en la gran esperanza. Insistir era la fórmula, el Betis lo sabía y en el arranque del segundo acto buscó el gol con cierto tesón. El banderín del linier lo evitó a la salida de un córner, situación que nació en una entrega horripilante de Vencedor. Un rabioso disparo de Lekue, muy incómodo en la izquierda, no fue suficiente compensación a juicio de Marcelino. A la hora introdujo dos cambios. Con Unai López, que cumplió, buscó más dinamismo e intención y con Raúl García, la presencia en torno al área que a Sancet le duró veinte minutos, los iniciales. Seguido optó por Ibai en el lugar de un Morcillo muy tímido para retar a Emerson. Por aquí no ganó gran cosa el Athletic, pero Bravo empezó a tener trabajo.Ante la manifiesta imposibilidad de nutrir a Villalibre, Unai López y Raúl García probaron con sendos disparos desde la frontal. El meta chileno replicó con eficacia. Restaba un cuarto de hora largo. Era el momento de apretar, de echar el resto, con el Betis aculado, muy cansado. A Raúl García le anularon un gol por indiscutible fuera de juego. Había que perseverar, y tener fe que diría uno, pese a que un día más se comprobaba que en el equipaje del Athletic no hay hueco para la pericia, virtud primordial para desenvolverse con éxito en los metros decisivos.Claro que, para variar, en mitad de la inoperancia siempre hay un hueco para intercalar un despiste o la típica pifia: varios jugadores se pararon pensando que el balón había salido por la banda y Guardado se plantó cómodamente en la línea de fondo. Menos mal que Balenziaga permanecía atento, en su sitio, y repelió el pase de la muerte. Y a la salida del córner, Unai López montó una contra, cruzó todo el terreno y sirvió para Villalibre, que le acompañó esprintando en un último esfuerzo. Corría el tiempo añadido y el delantero agarró un chutazo que se estrelló en la madera. Ahí estuvo la victoria. Seguido tuvo Ibai, a cesión de pecho de Raúl García, otra ocasión, que se marchó al lateral de la red. A modo de broche, la enésima falta innecesaria dio pie a que Lainez firmará el último remate, por suerte sin fuerza, en el instante previo al pitido final.Así, con pena y sin gloria, se le escurrió por el desagüe al Athletic un partido que le sirvió en bandeja de plata la oportunidad de restituir, parcialmente siquiera, su maltrecha autoestima e iniciar la vía de la enmienda. Ah, muy importante: Williams sumó un partido más para su récord. Para eso salió a falta de diez minutos.BETIS: Claudio Bravo; Emerson, Mandi, Bartra, Miranda; Guido Rodríguez, Canales (Min. 87, Paul), Aitor Ruibal (Min. 78, Guardado), Fekir, Tello (Min. 66, Lainez; y Borja Iglesias (Min. 66, Loren).ATHLETIC: Simón; De Marcos, Nuñez, Balenziaga, Lekue; Berenguer, Vencedor (Min. 82, Williams), Vesga (Min. 62, Unai López), Morcillo (MIn. 68, Ibai); Sancet (Min. 62, Raúl García) y Villalibre.Árbitro: Medié Jiménez (Comité Catalán). Expulsó por roja directa a Fekir en el minuto 11 por una fea entrada sobre Vencedor. Además, amonestó a Guido Carrillo, Guardado y Claudio Bravo, del Betis; y a De Marcos y Nuñez, del Athletic.Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de LaLiga Santander, disputado a puerta cerrada en el Benito Villamarín. Los jugadores de ambos equipos lucieron camisetas antes de comenzar el encuentro en contra de la Superliga.

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Las imágenes del Betis-Athletic

Sancet conectó con Villalibre y este cedió en ventaja a VillalibreMorcilloobjeto de penalti, al ser arrollado por Emerson, y el árbitro se hizo el suecoel VAR le pidió violenta e innecesaria, ocurrió en el círculo central, entrada de FekirTras pensárselo bastante, expulsó al media punta local. les costó un rato exprimir su ventaja.Lentos, torpes, previsibles El recurso fue De Marcos, listo para penetrar con desmarques La zaga andaluza no sintió ni cosquillas.

el paso de los minutos se convertía en la gran esperanza. IUn rabioso disparo de Lekue, muy incómodo en la izquierda, no fue suficientedos cambios. Unai López, que cumplió, buscó más dinamismo e intención y con Raúl Garcíaoptó por Ibai en el lugar de un MorcilloBravo empezó a tener trabajo.

Unai López y Raúl García probaron con sendos disparos desde la frontal. EA Raúl García le anularon un gol por indiscutible fuera de juego.

la típica pifia:varios jugadores se pararon pensando que el balón había salido Menos mal que Balenziaga permanecía atento, en su sitioUnai López montó una contraVillalibre el delantero agarró un chutazo que se estrelló en la madera. tuvo Ibai, a cesión de pecho de Raúl García, otra ocasión, que se marchó al lateral de la red.

con pena y sin gloria, se le escurrió por el desagüe al Athletic un partidoWilliams sumó un partido más para su récord. Para eso salió a falta de diez minutos.

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