AS buenas palabras y los buenos propósitos que lanzaron Marcelino García Toral e Iker Muniain, entrenador y capitán del Athletic, respectivamente, en la previa de la final entre el conjunto rojiblanco y el Barcelona murieron enterrados en lo más profundo del estadio de La Cartuja. No hubo rastro, como tampoco dos semanas atrás en el derbi ante la Real Sociedad, del Athletic, que compareció, porque era su obligación, pero no compitió. En el entorno queda la sensación de haber vivido un déjà vudéjà vu, de haber retrocedido nueve años en el tiempo y estar de vuelta en 2012. La diferencia es que ahora, tras el segundo varapalo en solo quince días, aún quedan unos cuantos partidos de liga por disputarse. Ocho en concreto. El mensaje, compartido por la mayoría en las horas previas a la final, era que para bien o para mal la temporada 2020-21 del Athletic tocaría a su fin tras medirse al Barça. Y ha sucedido lo segundo. Poco importan ya los ocho encuentros restantes. Anclado en mitad de la clasificación, con Europa a diez puntos de distancia, tampoco las sensaciones invitan al optimismo. Así, Marcelino tiene por delante poco más de un mes de competición para poner los cimientos del Athletic de la campaña 2021-22.

Se podría decir, sin riesgo a equivocarse, que la pretemporada del conjunto bilbaino arranca esta misma semana. Será larga, muy larga; pero necesaria, muy necesaria. El equipo reclama piernas frescas y cabeza fría, aire nuevo en definitiva. Y eso, a tenor de lo visto en el último mes y medio de competición, pasa por dar entrada a caras nuevas. Futbolistas que están pasando sin pena ni gloria, sin apenas oportunidades, para el técnico asturiano. Algunos, chavales jóvenes cuyo pecado se desconoce. A ellos se les debería dar una oportunidad, que disfruten de los minutos que se les han negado hasta la fecha por si suena la flauta.

Una de las posiciones en las que mayor debe ser la incidencia del técnico es el centro del campo. Dani García, Mikel Vesga, Unai Vencedor y Unai López son los cuatro futbolistas que se han repartido los minutos y, si bien pareció en un principio que la dupla Vencedor-Dani García se asentaba -ambos fueron titulares en las semifinales y en la final de la Supercopa-, no fue más que un espejismo. Ninguno se ha consolidado y las distintas probaturas, salvo en contadas ocasiones, han resultado baldías. Con Oier Zarraga y Peru Nolaskoain lesionados para lo que resta de campaña, Marcelino deberá apostar en estos partidos por asentar una pareja sobre la que cimentar el Athletic del futuro más próximo, que no es otro más que el de la próxima temporada.

El foco se ha de poner en la zona ancha, pero tampoco se puede pasar por alto la aportación de los dos delanteros titulares en las últimas semanas de competición. Amigo de las jerarquías, al menos en los tres meses largos que Marcelino ha completado ya al frente del primer equipo, resulta difícil de entender cómo Asier Villalibre en este equipo. Especialmente porque ni Iñaki Williams ni Raúl García están a día de hoy siquiera cerca de su mejor versión, de la que ofrecieron coincidiendo con la llegada de Marcelino. Cierto es que todo el equipo se reactivó con el asturiano en el banquillo, pero especialmente llamativo y positivo fue el paso al frente del bilbaino y el navarro tras un gris inicio de campaña.

Ahora, ambos han vuelto a ofrecer esa versión pobre de inicio de temporada. Su incidencia en el juego es mínima y, lo que es peor, están enemistados con el gol, hasta el punto de que Williams encadena once partidos sin marcar, dos meses, los que van desde su tanto al Cádiz el 15 de febrero hasta hoy; y Raúl, ocho encuentros. De los atacantes puros, desde el gol de Raúl al Levante en el partido de vuelta de las semifinales de Copa, solo Villalibre ha visto puerta, hecho que ha repetido en dos ocasiones, frente al Granada y contra la Real Sociedad, ambos en liga.

Bajón generalizado

Futbolistas de la talla de Iker Muniain, Yuri Berchiche o Alex Berenguer tampoco han asomado en el tramo clave del campeonato. Que tantos futbolistas importantes estén fuera de forma cuando se juegan las habas, en el todo o nada, invita también a reflexionar acerca de la preparación o, siendo más concretos, al reparto de minutos. En el caso del capitán, además, habrá que ver si sus problemas musculares le permiten volver a jugar esta temporada o, si por el contrario, ha dicho adiós a la misma.

Con el Bilbao Athletic inmerso en plena pelea por ascender a Segunda División, pese a que varios cachorros llamando a la puerta del primer equipo, las prioridades de la dirección deportiva pasan por luchar por el ascenso. Nunca ha ocultado Rafa Alkorta, el director deportivo, que ese debe ser el objetivo. Quizá lo mejor sería que promocionaran desde ya al primer equipo, pero no sucederá. Lo que sí es claro es que la pretemporada arranca hoy.

Iñaki Williams ha enlazado once encuentros sin marcar, no ve puerta desde hace dos meses; y Raúl García suma ocho partidos sin hacer gol

Además de encontrar una pareja estable para el centro del campo, Marcelino debe recuperar la mejor versión de Muniain, Berenguer o Yuri