La maldición continúa. Se conoce que el Atlético de Madrid, y en concreto su técnico, se han convertido en un auténtico martirio para el Athletic Desde aquella derrota que privó a la entidad bilbaina de la conquista de un primer título europeo, el conjunto rojiblanco se ha vuelto a ver las caras con el colchonero, incluido el de anoche, en 19 enfrentamientos más y la estadísticas son demoledoras. El Athletic solo ha conseguido batir en dos de estas citas al equipo de Diego Simeone, quien colecciona triunfos, quince, sobre los leones desde que se hizo cargo del Atlético, una depresión que se alarga un poquito más con la dolorosa derrota que sufrió en esta ocasión el colectivo de Marcelino, que jugó muy bien durante muchas fases, sobre todo en el primer acto, pero que se tuvo que conformar con un nuevo fiasco en el Wanda Metropolitano, en el que solo conoce la derrota en sus cuatro comparecencias en el nuevo estadio colchonero, que genera ya su parte de psicosis en los rojiblancos, que se quedaron con las ganas de acercarse a la zona europea que marca el Betis.

El Athletic encaró la cita ante el líder de la liga, que refuerza su condición, con cierto optimismo de batir a la tropa de Simeone. No en vano, el efecto Marcelino. Casi nadie en el entorno athleticzale cuestiona la nueva genética que ha aportado el técnico asturiano al equipo bilbaino, que se ha sentido librado con el ideario que aplica el de Villaviciosa quien, con todo, anoche se acostó disgustado por el desenlace de un encuentro que tenían controlado sus pupilos hasta que a Gil Manzano se le ocurrió otorgar unos segundos de más al Atlético en el epílogo del primer periodo. Llorente aprovechó ese repentino desconcierto para batir a Unai Simón y dibujar desde ese momento una estampa que se ennegrecía para los intereses del Athletic, resignado a que el infortunio, como ya le ocurriera un par de campañas atrás en ese mismo escenario con aquella derrota in extremis por 3-2 después de que el uruguayo Godín, hoy en día jugador del Inter, consumara la remontada local tras rematar una falta inexistente cometida por Unai Nuñez, que el miércoles volvió a ser protagonista. El de Repelega sobresalió en el primer acto, pero la sentencia estaba dictada de antemano. Primero, cuando el remate de cabeza de Llorente tocó lo suficiente en el central para despistar lo suficiente a Unai Simón y, segundo, cuando a los pocos minutos del regreso de vestuarios metió un pelín el pie para tocar a Luis Suárez, que no dudó en aprovechar ese roce para forzar el penalti que, a la postre, selló la voltereta colchonera.

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Las mejores imágenes del Atlético-Athletic

El gozo del Athletic se quedó en un pozo. Es la segunda ocasión en la que el conjunto de Marcelino hinca la rodilla después de ponerse por delante en el marcador. La primera fue, precisamente, en su debut en el banquillo rojiblanco frente al Barça, en un partido que, no obstante, los leones sí merecieron la derrota. Han pasado poco más de dos meses de entonces y en este periodo el cuadro azulgrana era el único que había conseguido superar a este Athletic. El miércoles se sumó el Atlético de Madrid como nuevo verdugo en la actual etapa de Marcelino y, de paso, rompe la racha de ocho partidos consecutivos, entre liga y Copa, que encadenaba sin perder el conjunto rojiblanco, que continúa sin enlazar dos victorias seguidas en la competición de la regularidad, ni en el anterior tramo con Gaizka Garitano ni durante las nueve jornadas que lleva recorridas el asturiano, que solo ha sumado 12 de los 27 puntos posibles, una cosecha escasa para los méritos que opina ha contraído su equipo, que debe afrontar dos nuevos compromisos en liga antes de afrontar la histórica final de Copa del 3 de abril.El Celta y el Eibar son esos dos rivales, ante los que el Athletic debe mantener el pulso competitivo que ofreció anoche frente al líder como toma de temperatura de cara al duelo frente a una Real Sociedad que está por encima en la liga.

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Los partidos que alcanzó ayer el portugalujo como jugador del Athletic en su tercera temporada. 85 de ellos han sido de liga, 13 de Copa y dos en la Supercopa.