La Fundación Athletic cerró su primer año bajo la presidencia de la actual Junta Directiva con unas cuentas anuales correspondientes al ejercicio de 2019 que “expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera” de la misma, según concluye el informe de auditoría formulado por Macua Auditores, la firma encargada de fiscalizar los números de este organismo fundado 18 años atrás. El análisis de estas cuentas abreviadas desvela que la Fundación generó el curso pasado unos ingresos (promociones, socios, patrocinadores, colaboraciones…) que sobrepasan los 4,2 millones de euros, 300.000 euros más que el total recaudado a 31 de diciembre de 2018, lo que supone un incremento del 8,4%, resultado de una gestión que aglutina a 40 proyectos. No en vano, la institución, presidida por Juan Carlos Ercoreca como presidente y Jon Vázquez Eguskiza como director general, cuenta con 6.030 usuarios directos y 74.543 indirectos, dispone en la actualidad de 351 empresas colaboradoras, 164 empresas socias, 4.146 simpatizantes y 185 eventos culturales y de ocio gratuitos en Bizkaia.

En la cuenta de pérdidas y ganancias, se cifra el gasto en personal en casi 1,8 millones de euros, 200.000 euros más que en el ejercicio anterior, aunque este incremento lo justifica el club bilbaino en que la Fundación asume los costes de todo el proyecto formativo de cantera, tanto en categoría masculina como femenina, junto a los técnicos de las categorías inferiores hasta cadete, lo que genera un incremento en la nómina de profesionales que trabajan en el área deportiva, junto a los ámbitos cultural, social y, por primera vez en 2019, el medioambiental. En este sentido, la Fundación pone el acento en dotar de recursos al fútbol base de Bizkaia, que lo considera como un pilar básico de la identidad del Athletic. Es en los gastos de su actividad donde también se focalizan las seis zonas de tecnificación (Bilbao, Eskuinaldea-Txorierri-Mungia, Ezkerraldea-Enkarterri, Duranguesado-Gernikaldea, Ibaizabal-Valle de Aiala y Lea Artibai), con formadores, cursos temáticos... junto a la gestión de los centros médicos situados en Portugalete, Durango, Markina, Leioa, Bilbao y Basauri, “en los que se ofrece un servicio de atención, asistencia y seguimiento médico y fisiológico tanto a jugadores de los clubes convenidos de base como a los equipos convenidos de consolidación”.

El concepto de ayudas monetarias a clubes y proyectos apenas sufre variaciones, con un descenso mínimo de 25.000 euros, argumentado en las variables que se recogen, en el caso de los conjuntos modestos vizcainos, respecto al número de jugadores que saltan a categorías estatales, Segunda División B o Tercera División, entre otros matices. En cambio, sí son llamativos las cifras que emergen en el balance abreviado de los activos, que pasan, en el caso del corriente, de los 828.000 euros en 2018 a los más de 3,7 millones un año después. El informe auditor lo explica en un nuevo criterio contable: “Recoge los convenios de colaboración plurianuales en el momento de la firma de los mismos por la totalidad de la aportación comprometida. El crédito así generado es desglosado entre el corto y largo plazo en función de la duración de cada convenio y del periodo al que se refieren dichas aportaciones. Los ingresos futuros en estas operaciones son registradas como ‘Periodificaciones’ desglosando entre el largo y corto plazo, y son imputados en los resultados de cada ejercicio en función del devengo de los mismos”. En el activo no corriente, el Patronato rojiblanco calcula unas inversiones financieras a largo plazo de casi 3,4 millones.

La Fundación Athletic, que ha obtenido el certificado de la ISO 9001 que verifica la calidad de su sistema de gestión, también tiene presupuestado este año natural 2020, con un cálculo que cifra en cerca de 4,4 millones de euros y que no suponen más que una continuidad, tanto en el ingreso como en el gasto, de las cuentas auditadas de 2019, las primeras de la Junta Directiva de Aitor Elizegi.