- Una apendicitis al inicio de la temporada, una pésima racha de resultados en un club histórico como el Deportivo, un sorprendente vuelco de la situación con siete victorias seguidas y, de nuevo, el descenso. Demasiadas emociones que gestionar, algo nada sencillo y mucho menos para un chaval de 21 años que se afronta su primera temporada íntegra en el fútbol profesional.

La primera pregunta es obligada, ¿qué tal está?

—Bien. Por suerte mi familia y yo estamos bien. No hemos tenido ningún síntoma, lo que supone una preocupación menos.

Ante la que se avecinaba, pudo confinarse en Zumaia, su pueblo. Cerca de los suyos. Entiendo que lo habrá agradecido.

—Sí, estuve en Zumaia hasta el lunes, cuando pude volver a A Coruña. Es en estas circunstancias y cuando estás solo cuando se valora estar en casa. Sientes el calor de la familia y de los amigos, aunque he podido ver a pocos.

En verano llegó a Galicia, a unos cuantos kilómetros de su casa, donde vive solo. ¿Cómo está siendo su experiencia vital?

—Ya llevo viviendo solo unos tres años, porque en Zumaia vivo solo también. Pero obviamente es diferente vivir solo en Zumaia a 500 metros de la familia que a 600 kilómetros en Galicia. Pero allí me he sentido arropado en todo momento por mis compañeros, tenemos un buen grupo, con muchos vascos. Ahora aprovecharé cuando nos dejen para volver a estar con ellos, que así se ameniza el tiempo.

¿A qué se ha dedicado en la cuarentena?

—A hacer ejercicio, que hay que mantener la forma. Esto no se ha acabado, queda lo más duro, el último tramo. Tenemos que concienciarnos en eso y pensar en que ya se nos viene encima y que van a venir muchos partidos seguidos, además.

El pasado sábado pudo por fin salir a la calle con cierta libertad. ¿Fue una liberación poder salir a correr y olvidarse de la cinta?

—Con la cinta en casa no he echado de menos correr, pero sí es verdad que es otra cosa. Sales, te da el aire un poco, que todos lo necesitábamos, y aproveché los dos primeros días para pisar la calle y ver el cielo otra vez.

Dice que no ha echado de menos correr con la cinta, pero qué tal se ha amoldado con ella, porque es difícil esprintar y hacer cambios de ritmo€

—Nunca he sido yo de esprines (se ríe). La velocidad no es mi fuerte. Pero me he apañado bien. He intentado hacer carreras a ritmos altos para llegar lo mejor posible a los entrenamientos.

Volvieron a entrenar el viernes, ¿qué sensaciones tuvo?

—Es una situación muy rara. Nunca se ha vivido algo así. Veremos cómo reacciona cada uno. Creo que la fuerza mental va a ser importante, porque volver después de todo este tiempo no es fácil, hay que hacer el esfuerzo, volver poco a poco y ponernos al día cuanto antes.

A pesar de las semanas de confinamiento, ¿cree que está en buena forma?

—Estando en Zumaia he intentado comer bien, no excederme. Desde que me llegó la cinta todos los días he hecho ejercicio combinando también con la bicicleta y creo que estoy en buena forma. Me he visto el cuerpo en el espejo y tampoco me ha cambiado mucho. Así que eso es una buena señal.

Más complicada de medir es la condición física€

—Si, eso es complicado. Por eso son importantes estos primeros días, para medir bien la forma y saber cómo estamos exactamente.

Otro de los aspectos a tener muy en cuenta son las lesiones. ¿Ha hecho trabajo de prevención estas semanas?

—Sí. Toda la temporada nos centramos en ello, que es casi más importante que el físico. Su propio nombre lo indica, prevenir lesiones. Y si no lo haces, cuando llega la lesión es complicado. El objetivo es ese, que no tengamos ninguna lesión grave ni una carga excesiva al margen de la que ya tendremos con los partidos. Estas semanas ha sido importante para mí hacer core y movilidad para prevenir cualquier posible lesión.

¿Considera que está haciendo un máster de la vida en A Coruña?

—Sí€ Eneko Bóveda siempre me dice que estoy viviendo la universidad de la vida en solo un año. Y creo que tiene toda la razón. En A Coruña he vivido de todo. Llegar y estar últimos, pasar por una apendicitis, ganar siete partidos seguidos, que es algo que no ha hecho nadie en la categoría€ Y ahora estamos otra vez un poco en el agujero. Quiero terminar bien para irme con la conciencia tranquila.

Si hay alguien del que coger buenos consejos ese es Eneko€

—Es muy inteligente. Yo le escucho mucho. Aunque no siempre estoy de acuerdo con él, intento entender lo que dice, aunque a veces me cueste. Intento juntarme a él y a su mujer Ane, con quien también me llevo muy bien. Eneko es un tío interesante.

¿Qué opinión le merece su participación en el Deportivo hasta la fecha?

—Me costó volver después de la apendicitis. Aparte de que el equipo no estaba bien, yo tampoco entré bien. En mi primer partido como titular en Girona perdí un balón que nos costó el primer gol y aquello también me marcó. Pero poco a poco he ido en línea ascendente, mejorando con el equipo y he terminado dando un buen nivel.

Ha jugado de central y también en el centro del campo. ¿Cómo ha llevado tanto cambio?

—Fácil no es, o al menos a mí no me lo parece. Porque estás entrenando un miércoles y no sabes si en dos días vas a jugar de pivote, de central, si no vas a jugar€ Afianzarme como me afiancé en el centro del campo en esos siete partidos seguidos que ganamos me dio mucha confianza. Creo que la confianza del jugador es lo más importante y en el terreno de juego se nota.

¿Dónde se siente más cómodo jugando?

—De mediocentro, pero eso ya depende del míster y donde me ponga estaré feliz de jugar. Donde sea, a intentar hacerlo lo mejor posible.

Se le había catalogado de centrocampista con llegada, todoterreno, pero Eduardo Berizzo le hizo debutar con el Athletic de central€

—La verdad es que sí fue raro. En el primer entrenamiento me puso de central zurdo. No sabía muy bien dónde meterme (se ríe). Pero bueno, tenía al lado a Yeray, que para mí es de los mejores centrales de la liga, y me ayudó mucho a afianzarme en esa posición y a hacer los partidos que hice, que creo que fueron buenos.

Destacó en el juego aéreo, marcó dos goles de cabeza. Demostró virtudes para un juego como el del Athletic.

—Es un aspecto que lo controlo bastante bien y de hecho me gusta ir a las disputas, ese juego duro€ Es importante controlar también ese tipo de juego para tener minutos en un club como el Athletic.

¿Cree que puede haber equipos que paguen el parón y otros a los que les vaya a venir bien?

—Seguro. Seguro que hay equipos que antes estaban bien y que les va a costar y al revés, equipos que no terminaron bien y a los que este descanso les habrá ido bien para coger energía. Esto no nos va a dejar contentos a todos, va a haber perjudicados y premiados. Veremos quiénes son cada uno y esperemos que nosotros vayamos hacia arriba.

Cambiando de tercio, ¿qué le parece que Athletic y Real Sociedad quieran jugar la final de Copa con público?

—Esa final se tiene que jugar sí o sí con público. Es difícil jugarla con público, pero si hay que esperar, se hace. Es una final histórica, maravillosa para el fútbol vasco y nadie quiere perdérsela, mucho menos poder estar dentro del estadio.

Podría darse una circunstancia, la suya en concreto, de que sin haber jugado este año en el Athletic pueda disputarla€

—Es raro, sí. Pienso que esta final es de los que han sido partícipes del torneo. A mí no me pertenece esa final, pero si por lo que sea se juega el año que viene y por suerte estoy en la plantilla, sería un sueño poder jugarla y ganar.

Si se queda en el equipo en verano significará que algo ha hecho bien en su cesión. Sería una especie de premio.

—Sí, es lo que te digo. Sería como algo inmerecido porque yo no he estado en el proceso de la final, pero nadie dice no a una final. Si me dicen que la puedo jugar, no voy a decir que no. Sería un sueño. Pero ya veremos qué pasa.

En pretemporada, cuando sea, tendrá cita en Lezama. Entiendo que su objetivo será quedarse en la primera plantilla del Athletic, ¿no?

—Estoy deseando quedarme en el Athletic, un club histórico, mi club. Pelearé como todos. Será empezar de cero y ojalá tenga un buen papel, haga ahora un buen final de temporada y lo premien con quedarme en el primer equipo.

¿Cómo es el trato con la dirección deportiva ahora que está cedido?

—Cada semana nos preguntan cómo vamos, qué tal nos hemos visto en el partido€ y es de agradecer cómo Rafa (Alkorta), Tiko y Gaizka (Garitano) están encima. Los cedidos agradecemos que quienes tienen que decidir sobre nosotros la temporada que viene estén encima nuestro.

Eso le animará, ¿no?

—Sí. Intercambiamos opiniones sobre los partidos. Sobre todo suelo hablar con Tiko, con Rafa también, pero con Tiko más.

"Los cedidos agradecemos que quienes tienen que decidir sobre nosotros la temporada que viene estén encima nuestro"

"A mí no me pertenece esa final, pero si por lo que sea se juega el año que viene sería un sueño poder jugarla y ganar"

"Bóveda siempre me dice que estoy viviendo la universidad de la vida en solo un año. Y creo que tiene toda la razón"