La premisa con la final de Copa es clara. Que se juegue, cuando sea, pero con público. En esta dirección van encaminadas las últimas decisiones de la Federación Española de Fútbol (FEF) que dirige Luis Rubiales así como las recientes declaraciones de Javier Imbroda, consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, que pidió que el derbi vasco que debía acoger el estadio de La Cartuja de Sevilla el pasado sábado se juegue con público en las gradas. La petición del exseleccionador español de baloncesto atiende a una lógica económica, pues la Junta andaluza ha realizado un fuerte desembolso para acoger las cuatro próximas finales y desea recibir los frutos de vuelta. También la intención de Rubiales, el principal impulsor del renovado formato del torneo del K.O., que aceptó que la final de 2020 pueda disputarse hasta una semana antes de la de 2021. Si todo regresa a la normalidad, esa posibilidad colmaría los deseos de los organizadores, pero ¿qué pasa con aquellos futbolistas que no seguirán en el Athletic o en la Real la próxima campaña?

La solución no parece sencilla, ni mucho menos. En el lado rojiblanco casi todas las miradas apuntan en una misma dirección, la de Aritz Aduriz, y en menor medida a Mikel San José y Beñat Etxebarria. Los tres acaban contrato al término de esta temporada, pero mientras el primero tiene decidido colgar las botas, los otros dos aguardan una llamada de Rafa Alkorta, director deportivo del Athletic, para saber si entran en los planes del cuerpo técnico para el próximo curso -tampoco Gaizka Garitano ha renovado aún- o si por el contrario tienen que buscar acomodo lejos de Bilbao.

La FIFA ya comunicó semanas atrás que no pondrá reparos en que se prolonguen los contratos que concluyen el próximo 30 de junio hasta el final real de la temporada, aunque es un circunstancia con muchas aristas, pero si la final de Copa se juega en abril de 2021 el problema es otro bien distinto. Para entonces, en circunstancias normales Aduriz habrá iniciado su nueva vida lejos de los terrenos de juego y tanto San José como Beñat podrían estar jugando en otro equipo. Si bien en el caso del donostiarra se le podría dar de alta como jugador para un puñado de días, bastante más complicado parece en el caso del navarro y el vizcaino, toda vez que parecería imposible que recibieran permiso de sus nuevos clubes para acompañar a sus excompañeros en la final. Así las cosas, todo hace indicar que ninguno de los tres estaría disponible para la final.

En lo que a la Real Sociedad respecta, sabido es que David Zurutuza colgará las botas cuando acabe la presente temporada, por lo que se encuentra en una situación idéntica a la de Aduriz. Miguel Ángel Moyá, suplente de Alex Remiro, acaba contrato, pero todo hace indicar que renovará, mientras que también se da por segura la continuidad de Martin Odegaard, quien seguiría cedido por el Real Madrid la próxima campaña. Eso sí, la última palabra la tiene el conjunto blanco.

Al margen de los que están actualmente y podrían no estar cuando se dispute la final, ¿qué pasa con las nuevas incorporaciones? ¿Podrán jugar la Copa si esta se disputa en 2021? ¿Y aquellos futbolistas que formando parte de las primeras plantillas de Athletic y Real se encuentran a préstamo en otros equipos? Demasiadas preguntas sin respuesta. Muchas incógnitas por resolver y ni una sola certeza al margen de que todo parece ir encaminado a que la final se dispute en 2021. Al menos, parecería lógico que en el palmarés de aquellos que han formado parte de la plantilla del equipo ganador figure el título. ¿Se imagina la final de Copa sin Aduriz?