EL raquítico planteamiento de Gaizka Garitano lo salvó, casi sobre la bocina, Yuri Berchiche con un certero zurdazo desde dentro del área que fue empujado por Bizkaia entera y parte del extrarradio. El hombre de la Copa, autor del tanto que forzó la prórroga en Tenerife en los octavos de final, y de otros dos en Las Llanas en el derbi copero ante el Sestao River, el lateral de Zarautz se erigió en el futbolista de la noche con el gol que clasificó al Athletic a una nueva final de Copa, a la que regresa cinco años después. Si clave fue Yuri, en labores defensivas, faceta esta en la que el conjunto rojiblanco sufrió bastante más de lo previsto, destacó Iñigo Martínez. Colosal una vez más, tapó todo balón que entró por su costado. El próximo 18 de abril en el estadio de La Cartuja vivirán una cita muy especial, una especie de revancha personal ante la Real Sociedad, equipo en el que ambos debutaron en Primera División. Y lo harán porque a pesar de que ambos estaban apercibidos de sanción, no vieron cartulina amarilla, hasta el punto de que ni tan siquiera cometieron falta alguna.

La gran inversión realizada por el Athletic para contratar a ambos futbolistas, los 24,75 millones de euros pagados por Yuri al París Saint-Germain y los 32 por Iñigo a la Real, se amortizan en noches como las de ayer en Granada, si bien aún queda la última piedra, la más difícil si cabe, la que le medirá al conjunto txuri-urdin. El de Ondarroa, negado aún de cara a gol como león, pese a que son varias las ocasiones que ha tenido en los 25 meses que lleva vistiendo la zurigorri, se creció en los minutos finales, en los que tiró de casta y liderazgo para echar el cerrojo en la defensa.

Iñigo, que nunca ha tenido una mala palabra para su exequipo, pero entre cuyos aficionados aún escuece su salida, por aquello de marcharse al vecino, vivió una dura tarde en su primer regreso a Anoeta, donde fue recibido al grito de pesetero, recibió un sinfín de irreproducibles insultos e incluso le lanzaron billetes de 500 euros con su cara. Bastante más benévolo fue el recibimiento de Yuri, un futbolista que ha realizado el camino de ida y vuelta. Si bien seguramente estará deseoso de tomarse su particular revancha y subir los decibelios de los pitos con los que le recibieron en su antigua casa. "Me haría muchísima ilusión ganar este trofeo con el Athletic", aseguró a la conclusión del partido el zarauztarra.

Aunque todos los focos apuntaron a su figura, ni él ni Gaizka Garitano se olvidaron del resto de la plantilla. "Todos. El equipo tiene mucho mérito", aseguró el técnico; en la misma línea, Yuri declaró lo siguiente: "No es mi Copa, es la de todos mis compañeros, esto es un juego colectivo". Razón no le falta al lateral, aunque los goles sí se personalizan. No es para menos. "Es el gol más importante de mi carrera. He marcado algunos, pero no de esta importancia. Lo recordaré toda mi vida".

De cara a lo que se viene, una "final histórica para Euskadi", como catalogó Yuri, este pidió un esfuerzo "a todos". "Por nuestra parte y por la afición. Ojalá el sueño de llevar la Copa a Bilbao se haga realidad". Una revancha muy personal para los dos exrealistas, pero también para una plantilla que ha caído en sus tres últimas finales de Copa.

Yuri e Iñigo no cometieron ni una sola falta y a ambos les aguarda una final que será "histórica para Euskadi", como calificó el lateral