Bilbao - En el centro del campo, cerca de Dani García, emerge con fuerza un león en pleno despegue futbolístico y con aires renovados. Se trata de Unai López (Errenteria, 30 de octubre de 1995), un jugador que ha transformado su juego para ponerlo al servicio del colectivo y cautivar así a Gaizka Garitano, quien le ha dado las llaves de la sala de máquinas del Athletic en un curso que nada tiene que ver con el anterior para el guipuzcoano, quien volvió a dejar constancia ayer en la sala de prensa de Lezama de que “la temporada pasada fue dura para mí, pero sabía que en pretemporada iba a tener opciones e intenté ganármelo”. “Ahora mismo estoy contento, viviendo el presente, porque hay que entrenar bien e intentar que el míster siga contando conmigo”, indicó asimismo el centrocampista, quien suma once partidos de liga a sus espaldas en el presente ejercicio, todos como titular.

No le falta, sin embargo, ambición para ir a más y elevar sus prestaciones sobre el césped, pues admite que “estoy bien, pero sé que puedo dar mucho más”. “No me pongo límites, porque aun estando bien me gusta mejorar y esto va de aportar cada día más al equipo”, incidió Unai López, quien no escondió que “cuando dispones de minutos y de la confianza del entrenador uno se siente más cómodo, pero siempre he confiado en mí y he entrenado para que esto pasase, aunque todavía no he hecho nada y tengo que trabajar mucho para continuar en esta dinámica”. Comprometido y laborioso, así las cosas, se mostró en la matinal de ayer el de Errenteria, cuya labor en la medular destacó Gaizka Garitano tras el último partido contra el Granada, en el que el centrocampista completó los noventa minutos por segunda vez en lo que va de curso tras hacerlo también en la visita al Atlético de Madrid.

Cuestionado por los elogios del técnico derioztarra, Unai López apuntó que “sé lo que toca; hay que defender, correr y pelear y estoy dispuesto a ello”. Es consciente, no en vano, de que hacerlo es “muy importante para el equipo” y que sus condiciones se lo permiten, pues más allá de las “opiniones del exterior” relacionadas con su capacidad física, defiende que “físicamente estoy bien y que me toca trabajar en el día a día para ayudar al equipo”. En ello pone el foco el guipuzcoano, quien confiesa sentirse “más cómodo jugando donde lo estoy haciendo, pero también he jugado como diez, el año pasado jugué en banda e intentaré apoyar al equipo en la posición que sea”. Sus dos cursos fuera de Lezama como cedido sirvieron para ir moldeando un nuevo Unai López, quien advirtió ayer que “para mí los dos años que estuve fuera fueron muy importantes y lo mejor que me pudo pasar”.

“Todos sabéis el cariño que le tengo al Rayo, por ejemplo”, subrayó el rojiblanco, quien no se ha estrenado todavía como goleador con el Athletic tras 43 partidos oficiales. “Es algo que me hace ilusión, aunque no me quita el sueño, ya llegará. Lo estoy intentando, pero no le doy más importancia de la que tiene, porque lo importante es que ayude al equipo en otras cosas”, relató López.

a por los tres puntos Sobre la visita de mañana al Benito Villamarín, donde los leones buscarán su segundo triunfo consecutivo a domicilio a costa del Betis, el guipuzcoano se mostró optimista: “Llevábamos mucho tiempo sin ganar fuera, pero lo logramos en El Sadar y ahora vamos con muchas ganas a Sevilla con la intención de traernos los tres puntos. El equipo sabe que tiene que estar cien por cien concentrado para poder ganar”. El centraocampista admitió también que “cuando la dinámica es buena el ambiente es diferente, pero sabemos que tenemos que estar tranquilos y seguir trabajando igual”. Mañana, sin ir más lejos, asomará enfrente un rival “difícil” y con “jugadores de mucha calidad”, según afirmó Unai López, convencido de que el equipo tendrá que “saber sufrir y pelear como estamos haciendo” para sumar los tres puntos y mantenerse así en la zona noble de una clasificación que “todos miramos, pero lo justo, porque sabemos que queda mucho todavía”.