bilbao - El Athletic ha dejado atrás las minivacaciones que genera el primer parón competitivo y se ha metido en toda su intensidad en la preparación de cara al complicado compromiso del viernes en Son Moix, donde le espera el recién ascendido Mallorca. El colectivo rojiblanco llega a la cita en las islas baleares lanzado por su buena racha en el arranque liguero, con la cosecha de siete puntos sobre nueve posibles, pero el propio Gaizka Garitano ha activado la alerta en sus hombres, consciente de que cualquier relajo puede ser fatal durante el duelo ante el equipo bermellón, que ya venció en su estreno en casa al Eibar (2-1) aunque cayó una semana después frente a la Real Sociedad (0-1). Por ello, los leones se han puesto las pilas y no quieren llevarse ningún chasco en la reanudación de LaLiga Santander, ya que un triunfo les permitiría acostarse el viernes como líderes.

Se trata de una cuestión de mentalidad. Garitano trabaja de forma detallada este matiz y, no en vano, es causa en gran medida de sus resultados positivos desde que accediera al cargo el último diciembre, con el único lunar del bajón en el tramo final de la pasada liga que privó al Athletic de su retorno a la Europa League. El derioztarra sabe manejar estos parones e incide en que el vestuario no se desconecte. Ya ocurrió así en las dos ventanas de inactividad que tuvo que afrontar Garitano el anterior curso. La primera le llegó con solo tres partidos en el banquillo, en los que superó un momento crítico para la entidad bilbaina que ocasionó la destitución de Eduardo Berizzo. El vizcaino se estrenó con victoria sobre el Girona para firmar después sendos empates ante Alavés y Valladolid, lo que supuso un alivio clasificatorio para el equipo, con las vacaciones navideñas por medio. A vuelta de las mismas, el Athletic acentuó su renacer, con una meritoria victoria en Balaídos sobre el Celta por 1-2 y que sacó al equipo de la zona de alto riesgo en la tabla.

El Athletic consumó su reacción y reafirmó su fortaleza en San Mamés, donde no conoce la derrota desde el 5 de octubre de 2018, cuando cayó ante la Real Sociedad (1-3). Eran otros tiempos y aquel equipo de Berizzo carecía de un patrón creíble, lo que le abocó a una situación delicada. Tampoco se levantó tras los parones competitivos, ya que no ganó en ninguna de esas tres ocasiones de la corta etapa del argentino en el banquillo. Tras el primer descanso, no pudo con el Real Madrid en La Catedral (1-1), aunque se trató quizá del mejor partido de los leones con Berizzo de jefe; también empató en el segundo en Ipurua (1-1) y repitió resultado tras el tercer parón, el de noviembre, frente al Getafe en Bilbao. Después de esta encuentro, el de Cruz Alta tuvo que hacer las maletas por culpa de la abultada derrota en la visita al Levante en Orriols.

Berizzo no supo dar con la tecla y sí lo hizo, en cambio, Garitano, que se reivindicó con el paso de las jornadas, hasta meter al equipo en puestos europeos. El derioztarra hizo frente al parón del pasado marzo con la autoestima por las nubes gracias a la contundente victoria sobre el Atlético de Madrid en San Mamés (2-0), una inercia que le sirvió para el regreso competitivo con una victoria de los leones en Montilivi sobre el Girona por 1-2, lo que confirmaba el blindaje mental del que gozaba el colectivo rojiblanco, que dejó de mencionar la permanencia para pensar en retos más atractivos, si bien no logró hacerse con el ansiado billete europeo en el último mes y medio de liga.

El viernes el Athletic dispone de una buena oportunidad para seguir haciendo caja, aunque para ello debe evitar cualquier relax en Son Moix, donde ya venció en su anterior visita siete años atrás gracias al único tanto de Aritz Aduriz, que se reencontrará con el que fue su equipo entre 2008 y 2010. Tras este primer parón llegará el segundo en octubre, pero hasta el cual el conjunto rojiblanco deberá recorrer cinco jornadas, con los duelos ante el Mallorca, Alavés, Leganés, Valencia y Celta, dos de ellos en San Mamés, ante el equipo gasteiztarra y el che.

sin de marcos El Athletic viaja el mismo viernes a Palma pero lo hará sin Óscar de Marcos, aún convaleciente del esguince de su tobillo izquierdo que se produjo en Getafe. El de Laguardia comenzó ayer a hacer carrera continua y se ejercitó al margen de sus compañeros junto al recuperador, Xabi Clemente, mientras que el grupo principal trabajó a las órdenes del técnico Gaizka Garitano, con la única ausencia de Unai Núñez, que se incorpora hoy tras debutar con España.