bilbao - El Athletic arrancó la temporada de la mejor manera posible, con una victoria sobre el Barcelona que, aunque solo por unas horas, le sitúa como líder de Primera. El plan trazado por Gaizka Garitano en los días previos salió a pedir de boca. Tras coger el curso pasado al equipo en una situación límite que le obligó a tirar de manual para escalar posiciones en la tabla, en la pretemporada enseñó algunas pinceladas de lo que pretende para el presente curso, en el que el balón parece que adquirirá una mayor relevancia. Así lo demostró en una primera mitad de nota y, cuando el Barça puso la directa a la vuelta de vestuarios, ofreció esa imagen seria en defensa que tan buenos resultados le dieron la pasada campaña. Curiosamente, las acciones más claras de los culés llegaron en el primer acto, cuando mejor estuvieron los leones.

Este Athletic es reconocible, tiene las ideas claras y, aunque es cierto que el conjunto azulgrana dispuso de hasta tres claras ocasiones de gol, dos de las cuales se estrellaron en la madera, sabe competir hasta la extenuación. Es la marca de la casa. Aunque tampoco puede obviarse que pese a su gigantesca inversión de las últimas temporadas, el Barcelona sigue acusando la ausencia de Leo Messi.

Lesionado el argentino, todas las miradas se fijaron sobre Luis Suárez y Antoine Griezmann. El primero corrió la misma suerte que su amigo Messi pasada la primera media hora de juego y el segundo, habitual en su cita con el gol cuando se mide al Athletic, no tuvo su mejor noche. Los culpables fueron dos: Unai Núñez y Yeray Álvarez. Sobresalientes ambos en tareas defensivas, donde contaron con la inestimable ayuda de Unai López, que llevó el susto a la grada con un pase a la nada que cayó en las botas de Suárez, y Dani García, secaron la mayoría de las acciones ofensivas de su rival.

López ofreció buenos minutos, especialmente en la primera mitad, y supo ponerse el mono de trabajo, como el resto del equipo, cuando la cosa se puso fea. El Athletic perdió el balón en la segunda mitad y cuando todo apuntaba al empate asomó la figura de Aritz Aduriz para llevar la locura a la grada y permitir al conjunto rojiblanco dormir como líder aunque solo sea por unas horas.