Bilbao - Al margen de la marcha del equipo, en el tramo final de la temporada acaparó la atención el capítulo de bajas y es que no siempre sucede que tres jugadores con un pasado importante dejen la entidad al mismo tiempo. Al homenaje en San Mamés le precedió un debate en el entorno con una participación considerable e intensa. Aunque el adiós de Susaeta, Iturraspe y Rico sea una realidad irreversible, no está de más una pequeña reflexión.

Susaeta figuró entre los mejores del año anterior y en este su presencia fue decayendo. Una única titularidad en las últimas once jornadas contrasta con los números que cosechó hasta febrero. Luego, en su puesto habitual, el ala derecha, fueron alternando De Marcos, Ibai, Muniain y Lekue. Ninguno con excesivo acierto, pero atendiendo a las oportunidades se diría que cualquiera le había adelantado en el escalafón.

Lo de Iturraspe y Rico constituye un misterio. Tampoco fueron de los peores en el año de Ziganda, pero entre Berizzo y Garitano se encargaron de no darles ni agua. La pregunta es qué hicieron mal para no tener siquiera la ocasión de disputar el puesto a compañeros que pese a la ventaja que supone la continuidad han estado muy desafortunados. Quizá a Rico le tocaba salir en junio por edad, pero Iturraspe acaba de cumplir los treinta. - J. L. Artetxe