Bilbao - Duelos como el de esta tarde generan un subidón. Es un clásico de la liga y como tal ofrece un aroma a añejo. El Athletic así lo respira. Competir en el Santiago Bernabéu supone un reto de máxima exigencia. No solo por el matiz tradicional que ofrece, sino también por la trascendencia que tienen los puntos en juego para el colectivo rojiblanco y no tanto para el Real Madrid, que proyecta una imagen de desidia hacia lo que queda de curso y el debate gira en torno al próximo proyecto que liderará Zinedine Zidane, como así se acentuó en la comparecencia de ayer del marsellés, donde se habló muy poco del Athletic. Quizá se entienda que el cuadro merengue está desconectado y ello alimenta las opciones de ganar de los leones. Pero también puede surtir el efecto contrario, tal como han insistido a lo largo de la semana algunos jugadores y el propio Gaizka Garitano, consciente de que el Madrid no concederá nada gratis y menos en el Bernabéu, donde está obligado a asear su imagen hasta la conclusión de la competición.

El Athletic presume de motivos para confiar en cerrar la sangría de 14 años consecutivos sin ganar en el coliseo blanco, donde la liga pasada sí sumó un punto. No la tiene por la crisis que sacude al Madrid, que se ha tenido que despedir de todos los títulos de forma prematura, sino por su inercia positiva desde que ejerce Garitano en el banquillo. El dato habla por sí solo. El equipo bilbaino ha vencido en cuatro de sus últimos cinco partidos, uno de ellos ante el Atlético de Madrid en San Mamés, con el único lunar de la derrota sufrida en el Getafe por deméritos propios y que le ha servido como referencia para no volver a caer en los mismo errores, que serían fatales ante un Madrid que, como se conoce, atesora un enorme potencial en su zona ofensiva, con Benzema como su máximo exponente, ya que asoma como el futbolista más fiable a base de goles y de actitud.

un plan novedoso Garitano está obligado a modificar su plan debido a las bajas por lesión, la ultima la de Óscar de Marcos, que no se ha entrenado en los días previos por culpa del percance de tobillo que sufre y que le deja en casa. El derioztarra, por tanto, debe activar una fórmula novedosa en defensa, donde el costado derecho queda un tanto cojo sin la presencia de Ander Capa y De Marcos, lo que da vía libre a las suposiciones. Iñigo Lekue sería el sustituto natural, pero el de Deusto solo ha jugado un puñado de minutos en este curso por culpa de una grave lesión, por lo que su presencia de inicio podría ofrecer cierto riesgo. Más probable parece la opción de mover a Yeray a ese lateral, por lo que Unai Núñez regresaría al once, y de hecho Garitano ha llegado a probar tal posibilidad esta semana, al mismo tiempo que podría reforzar la banda izquierda con Balenziaga en el lateral y Berchiche por delante suyo, con lo que Córdoba arrancaría desde el banquillo. Sin Dani García, San José, ausente ante el Rayo por sanción, ejercerá en la medular con Beñat de pareja, con el ejercicio de Muniain o Susaeta en el extremo derecho, con Raúl García, que acentúa su motivación cuando juega en el Santiago Bernabéu, y Williams, autor del gol rojiblanco un año atrás, como los hombres más adelantados.

El Athletic se presenta, además, en el Bernabéu con el aval de la credibilidad que ha mostrado cuando ha competido ante los tres primeros clasificados de esta liga. No ha perdido ninguno de sus dos enfrentamientos con el Barça, el Madrid no pasó del empate en San Mamés, el Atlético de Madrid hincó la rodilla en Bilbao? ejemplos evidentes de que el conjunto rojiblanco se ha quitado complejos en los últimos tiempos, lo que es un buen síntoma para el examen de esta tarde ante un Madrid que sufre para ganar. Toca dar en el blanco.