LA sanción que la FIFA impuso al Barcelona en abril de 2014 por incumplir reiteradamente el Reglamento y Estatuto de Transferencia de jugadores menores de edad tocó a su fin el pasado 4 de enero para satisfacción del club catalán y, sobre todo, de Arda Turan y Aleix Vidal, convertidos en fichajes de invierno a pesar de haberse entrenado con la primera plantilla del Barça desde el verano de 2015. Ambos, tras permanecer seis meses en la sombra sin poder vestir la elástica azulgrana en partido oficial, esbozaron una reveladora sonrisa al ver cómo concluía su cautiverio futbolístico y eran inscritos, por fin, para jugar liga, Copa y Champions.
El partido de ida de los octavos de final de Copa, con el Espanyol como rival, significó la puesta en escena de ambos, siendo Arda Turan el elegido por Luis Enrique para jugar de inicio. El Camp Nou, ansioso por disfrutar de la magia del turco, agradeció el detalle. El exjugador del Atlético, el último mago en unirse al clan culé, arrancó el choque con cierta timidez, pero no tardó en dejar destellos de la inmensa calidad que atesoran sus botas. Acompañado por Sergio Busquets y Andrés Iniesta en el centro del campo, el turco ofreció al coliseo azulgrana sus primeras pinceladas de arte mediante fulgurantes conexiones con Neymar, Luis Suárez y Messi, nuevos socios de un singular futbolista que asoma como un auténtico refuerzo de lujo para el Barcelona.
Bien lo sabe Luis Enrique. Tras volver a darle galones de titular ante el Granada en liga -Arda aprovechó el choque para dar su primera asistencia de gol a Messi- y, de nuevo, contra el Espanyol en Copa, el 7 del Barça aspira ahora a encadenar contra el Athletic su cuarta titularidad consecutiva. Con los leones como rivales, el turco suma un empate, dos derrotas y seis victorias en los nueve encuentros disputados, siendo la final de la Europa League de la temporada 2011-12 su principal conquista a costa del Athletic, equipo al que nunca ha marcado.
Siempre peligroso con el balón en los pies, Arda Turan es consciente de que el papel que debe interpretar en el Barça es completamente diferente al que defendía en el Atlético. Ligado ahora a un juego más pausado, su nuevo rol no dista mucho del que durante tantos años fue encomendado a Xavi Hernández. La acumulación de jugadores por delante del balón, no en vano, obliga a Arda a dotar de equilibrio al conjunto culé, sumándose al ataque sin descuidar las labores defensivas y evitando las pérdidas de balón en todo momento. Durante su presentación, no obstante, el turco advirtió de que “nadie puede llevar la responsabilidad de Xavi. Era un ídolo para todo el mundo y yo he venido al Barça para hacer cosas muy buenas, pero nadie puede ser Xavi. Quiero ganarme al público con mi juego”.
Luis Enrique, encantado con la adquisición, calificó como “clave” su fichaje por 34 millones de euros más siete variables en el pasado mercado estival. Ahora, seis meses después de su contratación, el técnico asturiano ha traducido en hechos aquellas palabras, poniendo a Arda Turan, con contrato hasta 2020, como titular en los tres partidos que ha jugado el Barcelona en enero. Se trata de un mes sumamente especial para el excolchonero, hambriento de nuevos minutos ante el Athletic.
Vidal, el complemento
Si las nuevas dosis de magia y talento corren a cargo del centrocampista turco, la electricidad la transporta Aleix Vidal, el complemento perfecto para un equipo necesitado de fondo de armario. Fichado por 18 millones de euros más cuatro variables a fin de discutir a Dani Alves su condición de titular en el carril diestro, el de Tarragona suma dos partidos como titular y uno como suplente desde que fue habilitada su ficha, también el 4 de enero. El miércoles, frente al Espanyol, actuó como interior, recordando así tiempos pasados en Almería y Sevilla, donde Unai Emery lo reconvirtió en lateral.
Este domingo, salvo sorpresa, será suplente contra el Athletic, equipo al que se ha medido en cuatro ocasiones. En los dos partidos disputados como jugador almeriense, Vidal cosechó una contundente derrota en San Mamés (6-1) y un salvador empate sin goles en Almería en la última jornada de liga, mientras que el pasado curso, ya como sevillista, cayó derrotado en Bilbao (1-0) para marcar y salir victorioso después en el Ramón Sánchez Pizjuán (2-0). A la cuarta fue la vencida para Vidal, a las puertas de un nuevo partido ante el Athletic, próximo rival de un Barcelona reforzado en enero.