bilbao. EL fútbol, como la vida, acostumbra a dar vueltas como si de una noria se tratara. La insultante facilidad para crear héroes contrasta con la misma facilidad con la que acostumbran a derretirse los sueños y las esperanzas en un mundo tan paranoico como es el fútbol. El cartel de emergente figura que abraza a innumerables jóvenes futbolistas es susceptible de pasar a mejor vida, a convertirse en papel mojado, en cuestión de meses, semanas e, incluso, días.
Un mal trago con complicado punto de retorno que, en cierta medida, ha experimentado el exjugador del Athletic Ibon Gutiérrez Fernández (Bilbao, 1984), quien tras ver finalizado su contrato con el Sestao el pasado 30 de junio, se encuentra inmerso ahora en la concentración de la selección de jugadores sin equipo de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que ha ganado este fin de semana el torneo internacional FIFPro para jugadores sin club en la localidad holandesa de Rijnsburg. Un lugar y un entorno futbolístico en el que el creativo centrocampista bilbaino, acompañado por los delanteros Oskar Martín -excompañero en el Sestao- y Gaizka Saizar, aguarda la llamada de un equipo para recuperar su rol de futbolista, ese que le permitió ser miembro de la primera plantilla del Athletic durante la primera mitad de la temporada 2005-06.
"Aquel verano de 2005 con José Luis Mendilibar fue increíble, ascender al primer equipo significó lo máximo para mí, la oportunidad de mi vida, ya que además de ser bilbaino, llevaba en Lezama desde los 12 años", recuerda Ibon, primo segundo del exmadridista Guti, y cuyo salto a la primera plantilla rojiblanca generó entre los aficionados una apacible sensación de esperanza sustentada en su capacidad para crear y repartir juego. Condiciones que aún figuran en el ADN de un futbolista que, ávido de fútbol, participó en un total de 20 envites ligueros la pasada temporada en Segunda B. Sin embargo, tras dos años empleándose como verdinegro, la renovación no llegó. "Nadie se puso en contacto conmigo, pero por mediación de otras personas supe que tras la llegada del nuevo entrenador, al igual que ha sucedido con otros compañeros, tampoco tenían intención de renovarme a mí, por lo que ahora tengo que buscarme la vida en otro lugar", apunta Ibon, quien a pesar de haber disputado ocho partidos oficiales como león en su andadura profesional, ha tenido que hacer las maletas en numerosas ocasiones para fajarse en equipos como el Numancia, Castellón, Albacete, Alicante, Alavés y Sestao.
Muchos lugares, distintas experiencias, pero todas muy distintas a las experimentadas en su etapa en Lezama. " En el Athletic estaba en casa, con la familia, y tenía todo a mano al tratarse de un club de primer nivel; en otros equipos es diferente, pero no te queda otra opción que amoldarte, ya que la vida futbolística tiene muchos altibajos y hay que saber acostumbrarse a lo que venga", asegura instantes antes de hacer hincapié en que, a pesar de las circunstancias, "todavía no he pensado en la retirada y si tiene que llegar, espero que sea porque alcance una edad en la que el cuerpo no aguante más, algo que todavía no ha pasado, ya que tengo 29 años y me encuentro bien físicamente".
agradecido a la afe Y es que, además de agradecer la oportunidad ofrecida por la AFE "para que nos vean y se acuerden de nosotros" a través de los entrenamientos y de los amistosos disputados ante Hércules y Elche -amén del "atractivo" torneo FIFPro en Holanda-, Ibon mantiene intacta la esperanza de poder hacer lo que más le gusta: aliarse con un balón bajo un escudo que le devuelva el carnet de futbolista a todas luces. "Estar aquí, con la selección AFE, sirve para seguir sintiéndote futbolista y no estar en casa preocupado por qué va a pasar; esta experiencia es positiva para eso, para dejar a un lado los pensamientos negativos y centrarte única y exclusivamente en estar lo mejor posible físicamente", subraya el bilbaino, quien comparte objetivo en la concentración con los ya citados Oskar Martín, natural de Zumarraga y exjugador del Guijuelo, Osasuna Promesas, Beasain, Alicante y Sestao; y Gaizka Saizar, nacido en Oiartzun y con pasado futbolístico en nueve clubes, pero sin contrato alguno en la actualidad para seguir en la pelea. "Al final, lo vasco tira y estamos bastante juntos y unidos los tres; al igual que el resto de compañeros que están aquí, ellos también están ilusionados con el reto de seguir jugando a fútbol", resalta Ibon.
Un mismo fin, un nuevo tren al que subirse, hacia el que trata de conducirles la AFE, ligada a unos futbolistas a los que rinde visita a lo largo de la temporada "para animarnos a que nos apuntemos a estas concentraciones por si las cosas se tuercen, como nos ha pasado a nosotros este año". Así se gestaron los primeros contactos para que el exrojiblanco optara finalmente aceptar la propuesta, dando así forma a una decisión de la que "ni mucho menos me arrepiento", a pesar de no saber a ciencia cierta el número de ojeadores que han presenciado cada entrenamiento y partido disputado.
los regresos en el athletic Asimismo, informado de cuanto acontece alrededor del Athletic, su equipo del alma, Ibon Gutiérrez no duda en valorar positivamente los regresos de Beñat, Kike Sola, Balenziaga, Etxeita y Herrerín. "El Athletic tiene un mercado limitado y si haces bien las cosas fuera y tienes suerte, siempre existe la opción de volver como ha pasado con ellos", subraya.
Un reconocimiento al trabajo realizado por los cinco, que se solapa con el optimismo que reina en el discurso de Ibon, quien a pesar de manifestar que "ahora estoy en un punto un poco bajo de mi carrera", confía en poder darle la vuelta a la situación para continuar con su sueño, el que tiene como meta seguir sintiéndose futbolista.