El 39,7% de los nacimientos en el Estado en el último año corresponden a madres mayores de 35 años, una edad considerada límite para la fertilidad, según datos del Instituto Bernabeu. La codirectora médica, Andrea Bernabeu, explica que el retraso de la maternidad es uno de los principales desencadenantes de la caída de la natalidad, ya que la edad reduce significativamente las probabilidades de embarazo: a los 30 años, la mujer tiene la mitad de probabilidades de ser madre que a los 20-24 años, y después de los 35 años disminuye aún más.
Riesgos y dificultades asociadas
Retrasar la maternidad conlleva no solo mayor dificultad para lograr el embarazo y aumento del riesgo de aborto, sino también embarazos de mayor riesgo para la madre y el bebé. Además, los partos de madres de 40 años o más han aumentado hasta el 10,4% del total, superando a los partos en mujeres menores de 25 años (9,8%). El retraso de la edad del primer hijo puede generar infertilidad secundaria, lo que a veces requiere reproducción asistida incluso tras haber logrado un embarazo natural previamente.
Fertilidad masculina y asistencia reproductiva
La fecundidad presenta diferencias según el origen, con mujeres españolas promediando 1,07 hijos frente a 1,27 hijos en mujeres extranjeras.
La crisis de la natalidad también está influida por la reducción global de la calidad y concentración de esperma, con un promedio de 33,5 millones de espermatozoides por mililitro, por debajo del límite de subfertilidad según la OMS. Actualmente, una de cada seis personas en el mundo nace mediante reproducción asistida, y en mujeres mayores de 41 años, el 50% de los nacimientos se logra mediante donación de óvulos. La edad media de las pacientes en clínicas del Instituto Bernabeu ha aumentado a 39,6 años, superando los 42,2 años para quienes necesitan ovodonación.