En España, cada año, se diagnostican más de 30.000 nuevos casos de cáncer de pulmón. Una patología que registra una elevada tasa de mortalidad, porque no suele mostrar síntomas hasta que alcanza un estadio avanzado y porque su tasa de tasa de detección precoz es muy baja. El resultado es que la esperanza de vida de quienes la padecen a los 5 años es de apenas el 19%.

Pero aún hay más, porque el acceso en España al diagnóstico y el tratamiento varía mucho entre comunidades autónomas, creando una brecha que revela la inequidad de la atención sanitaria en el territorio nacional. Y así lo ha puesto de relieve la AEACaP, la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón, durante una marcha organizada en Madrid el pasado día 7 de noviembre.

Pacientes de primera y de segunda

La marcha ha recorrido varias arterias populares de la capital y terminado frente al Congreso de los Diputados. Y buscaba visibilizar el problema y tratar de concienciar tanto a la sociedad como a la clase política. A los pacientes que sufren esta merma en la atención se les denominó ‘personas invisibles’.

“Detrás de cada ‘persona invisible’ se esconde una persona afectada, ya sean pacientes o familiares de pacientes, que reclaman un acceso más equitativo al diagnóstico y el tratamiento, porque no llega del mismo modo a toda España”, señaló Bernard Gaspar, presidente de la asociación de afectados, que encabezó la movilización.

Y es que los afectados que residan en poblaciones más pequeñas pueden tener mayores dificultades para acceder a la atención terapéutica. Por ejemplo, puede que determinadas consultas o pruebas solo se realicen en la capital de su provincia o incluso en la de su comunidad. En estas situaciones, los pacientes tienen que afrontar largos desplazamientos o buscar alojamiento próximo al centro médico al que tenga que acudir, implicando un esfuerzo físico y económico que no todos los enfermos y familiares pueden soportar.

La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) indica que 60 minutos sería el tiempo máximo de viaje recomendado para que los pacientes alcancen una unidad de radioterapia. Pero la desigualdad vuelve a aparecer, porque, aunque hay unidades en casi todas las regiones de la geografía nacional, habría que mejorar en otras como Castilla y León o Aragón.

Diagnóstico molecular y tratamientos personalizados

En el diagnóstico también se producen diferencias significativas, porque no todos los pacientes tienen acceso a programas de diagnóstico molecular, debido a que no todos los centros médicos disponen del equipo adecuado. Este tipo de diagnóstico resulta vital, ya que permite identificar mutaciones específicas en el ADN del tumor que posibilitan el acceso de esos pacientes a inmunoterapias de última generación y tratamientos dirigidos.

“Un buen diagnóstico le ofrece al afectado la posibilidad de acceder a ensayos clínicos o tratamientos dirigidos a su mutación concreta que, de nuevo, pueden no estar a su alcance dependiendo de su lugar de residencia. Como médico, te sientes impotente cuando la solución para tu paciente implica tener que cambiar de hospital o desplazarse 150 kilómetros”, comenta el doctor Mario Gil, que aparte de médico también es influencer y ha querido contribuir con sus redes sociales a reforzar la repercusión de la iniciativa de la AEACaP. 

Programas de cribado para una detección precoz

Los programas de cribado son procesos de diagnóstico precoz que detectan lesiones precancerosas y mejoran el pronóstico de muchos pacientes. Consisten básicamente en la realización de pruebas diagnósticas a personas que, aunque en principio están sanas, forman parte de un grupo de riesgo.

Su uso en pacientes con otros cánceres, como el de colon y el de mama, ha permitido mejorar notablemente el índice medio de supervivencia, que ahora se sitúa en el 85% a los 5 años para el de mama. En el de colon, los enfermos que han participado han logrado un incremento del 23,4% en la supervivencia a 5 años.

Pulmón, uno de los cánceres más agresivos

Según las últimas estadísticas (EUROCARE-4), solo el 10,7% de los pacientes que sufren un cáncer de pulmón sobrevive más de 5 años. Junto con los tumores de hígado, páncreas y esófago, es de los que tiene peor pronóstico, tanto en España como en el resto del mundo, no solo por lo agresivo del tumor, sino también por la dificultad de realizar un diagnóstico precoz a través de un cribado.

AEACaP es una entidad sin ánimo de lucro creada en diciembre de 2008 para ayudar a las personas con cáncer de pulmón. Se trata de la única asociación dedicada en exclusiva a esta enfermedad en España. Entre sus objetivos están prestar apoyo psicológico y humano y asesoramiento legal; defender los derechos de los pacientes y el acceso igualitario a las prestaciones sanitarias; fomentar la prevención y los programas de cribado para una detección precoz; promover la investigación para obtener más y mejores tratamientos que mejoren la supervivencia y la calidad de vida y realizar actividades informativas para reducir el estigma asociado a la enfermedad.