El Observatorio Vasco de la Inmigración, Ikuspegi, ha elaborado por primera vez un barómetro en el que mide la percepción que tiene la sociedad vasca de la población gitana. El estudio deja una fotografía negativa puesto que refleja que aún pervive en la sociedad un ‘antigitanismo estructural’ que hace más difícil la convivencia intercultural.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha destacado que la sociedad vasca es consciente de la discriminación y de la falta de integración que sufre la población gitana, lo que puede ayudar “a frenar la discriminación”. La consejera ha reclamado un Pacto Social contra el Antigitanismo en el que su departamento ya está trabajando.

“La deuda contra el antigitanismo no es solo una cuestión gitana, es una deuda social que nos atañe a todas y todos”, ha destacado Artolazabal.

 

Primer barómetro sobre población gitana

Es la primera vez que Ikuspegi realiza un barómetro específico sobre las percepciones y actitudes de la sociedad vasca hacia personas gitanas, y se ha presentado en el marco del Consejo para la Promoción integral y Participación social del pueblo gitano en Euskadi que se celebra en Lakua.

Ikuspegi ha elaborado un índice para calibrar la actitud de la población vasca respecto a la gitana, que mide la actitud más o menos tolerante de la sociedad, y que en el futuro servirá para analizar la evolución de la percepción. Los vascos alcanzan los 54,36 puntos sobre 100.

 

El 15,3 % no viviría en un bloque con población gitana

Una cifra que es notablemente mejorable y que muestra que hay mucho por hacer si se tienen en cuenta otros datos que nos deja el barómetro. Menos del 40% de los vascos aceptaría residir en un barrio o bloque en el que vivan gitanos. El 41% intentaría evitar que se diera esta situación, y el 15,3% lo rechazaría frontalmente.

Cuatro de cada diez ciudadanos evitarían alquilar una vivienda a una persona gitana, y tres de cada diez confiesan que, a igual formación y experiencia, evitarían contratarían a una persona no gitana.

Nueve de cada diez dice no tener problemas para relacionarse con un gitano en un contacto laboral o educativo, aunque casi cuatro de cada diez no matricularían a su hijo en un centro en el que hubiera muchos menores gitanos.

El barómetro también muestra que la sociedad vasca es consciente de que los gitanos sufren discriminación. El 40 % dice haber escuchado alguna vez comentarios negativos o rumores sobre gitanos. El 34 % ha presenciado burlas, chistes o imitaciones, mientras que el 21,1% ha sido testigo de amenazas, el 12,5 5 de amenazas y el 10,7 %, incluso de agresiones físicas.