Una delegación vasca encabezada por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, viaja esta semana a Dinamarca para conocer de primera mano el funcionamiento del proyecto Barnahus con el objetivo de trasladar a Euskadi ese modelo que trata de mejorar la atención y protección a los menores víctimas de abusos sexuales.

El Gobierno vasco, en colaboración con Save The Children, trabaja en la actualidad en la puesta en marcha en Vitoria de la primera Barnahus, casa de la infancia en islandés, un espacio que aglutinará en un mismo lugar la labor coordinada de todos los servicios y agentes implicados en un caso o sospecha de abuso sexual infantil, desde policías hasta jueces, pasando por psicólogos y educadores.

Este modelo de atención a los casos de menores víctimas de abusos sexuales surgió en Islandia en 1998, de ahí su nombre, y poco a poco se ha ido extendiendo por diversos puntos de Europa, entre ellos Dinamarca. Fue Catalunya en 2020 la primera comunidad en crear una Barnahus.

BARNAHUS: DE ISLANDIA A EUSKADI

Ahora es el turno de Euskadi y Gasteiz ha asumido el reto de acoger el proyecto piloto de esta experiencia.

La previsión es que a finales de este año esté acondicionado el espacio que albergará la casa de la infancia vasca en la capital alavesa, un lugar que agrupará todos los servicios implicados en los casos de abusos sexuales para dar una atención integral, evitar que los menores tengan que narrar de forma reiterada su dolorosa experiencia y agilizar todo el proceso policial y judicial.

En el Estado, según datos facilitados por Save The Children, 7 de cada 10 casos abiertos por delitos de este tipo no llegan a juicio por falta de pruebas, un menor tiene que contar de media 4 veces el abuso después de denunciarlo y el proceso legal se alarga 3 años de media.

En la Barnahus el menor habla una sola vez y lo hace en un entorno agradable. Los diferentes profesionales de los departamentos implicados siguen la entrevista en directo y esta se grava para evitar que la víctima tenga que volver a declarar en el juicio. En definitiva, se trata de poner el interés superior del menor en el centro de la intervención.

Allí donde está en funcionamiento se han visto ya los resultados: en Islandia se han multiplicado por tres las acusaciones y por dos las condenas. En Catalunya se ha triplicado la detección de casos, algo que también se busca en Euskadi porque todas las voces autorizadas coinciden en que se trata de una realidad de dimensiones todavía desconocidas.

¿POR QUÉ LA BARNAHUS DE DINAMARCA?

Euskadi ha puesto el foco de atención en Dinamarca y en concreto en la primera Barnahus que se abrió en 2013 en la ciudad de Naestved.

Hasta allí se va a trasladar la delegación vasca presidida por Artolazabal, que incluye a representantes de Ejecutivo vasco vinculados con la atención a los menores, así como de la judicatura alavesa, con la nueva fiscal jefe, Carmen Cotelo, al frente, y miembros de la Ertzaintza, Osakidetza, de los equipos psicosociales de la Justicia, entre otros.

Durante dos días, miércoles y jueves, van a conocer de cerca el funcionamiento de este espacio y a mantener encuentros con los diferentes agentes que trabajan o están vinculados con ella.

La elección de Dinamarca no ha sido gratuita: la estructura y el marco legal de Euskadi se parece más a ese país que a Islandia de ahí que se haya decidido visitar esta Barnahus danesa, según ha explicado la directora de Familias e Infancia del Gobierno vasco, Irune Muguruza.

Muguruza ha incidido en que se trata de que las áreas y las personas que más directamente van a tener contacto con este modelo en Euskadi puedan conocer cómo funciona una Barnahus "original", que ya tiene "un recorrido" más largo en el tiempo que la que existe en Catalunya, en Tarragona concretamente, con la que mantienen contacto y ya han visitado.

"Es importante conocer cómo funcionan allí, qué dificultades han tenido, a qué retos se han enfrentado. También permitirá a la delegación vasca plantear sus dudas e inquietudes, y estas puedan ser respondidas por sus homólogos allí", ha resumido Muguruza.

UNA APUESTA CONJUNTA

La directora de Familias e Infancia ha destacado la buena acogida que este proyecto está teniendo entre todos agentes y organismos implicados en Euskadi. "Está siendo una apuesta conjunta", ha descrito Muguruza, que ha remarcado la importancia de dar una atención integral a los menores ante este tipo de violencia.

Aunque ahora la Barnahus vasca está centrada en los abusos sexuales en el futuro no se descarta que pueda abarcar cualquier tipo de violencia contra los menores, ha añadido la directora de Familias e Infancia. "Es un proyecto complejo, pero queremos hacerlo bien" e "ir con paso firme", ha concluido.