El día de Navidad de 1934 fue especial en el seno de la familia Aguirre Bilbao de la capital vizcaina. Llegó al mundo Jesús Javier, quien llegara a ser alcalde de Getxo y consejero de Sanidad, por el PNV. También gran conocido en el sector empresarial en firmas del calado de IBM, Univac o Ericsson. Este jeltzale que vivió la aventura como pocos, falleció el miércoles a los 87 años. Este viernes por la tarde se oficiarán los funerales por su persona en la parroquia San Nicolás de Bari de Algorta a partir de las 19.00 horas.

Aguirre tenía estudios de gran calado. Así fue, Doctor Ingeniero Industrial por la escuela superior de Bilbao; licenciado en Ciencias Económicas por la facultad de Sarriko y licenciado en Informática por la Universidad de Madrid. Ejerció, asimismo, la docencia en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de su ciudad y en la Universidad de Deusto.

En el plano político, fue cabeza de lista por el PNV en las Elecciones municipales de 1979 por Getxo, salió elegido alcalde, primero de la recuperada democracia tras el sanguinario franquismo.

En 1983, fue nombrado Consejero de Sanidad y Seguridad Social del Gobierno vasco. Fue, asimismo, parlamentario del Grupo Euzko-Abertzaleak-Nacionalistas Vascos durante una década, entre 1984 y 1994. A estos cargos se deben sumar, otros en el sector privado en IBM, Univac o Ericsson. En 1985, fue nombrado primer presidente de la entonces creada Indelec. Aguirre fue, además, presidente de la fundación Robotiker durante cuatro años.

La exdiputada de Cultura, Belén Greaves, formó parte de su equipo de trabajo tanto en el Ayuntamiento de Getxo como en el Gobierno vasco. A su juicio, Aguirre fue “el verdadero creador de Osakidetza”, asevera y matiza que hicieron la ley que posibilitó integrar en un único organismo toda la sanidad pública vasca.

“Como buen ingeniero -apostilla Greaves-, era organizado. De él destacaría que fue quien organizó el servicio de atención a la gran pandemia del VIH, del sida. En aquellos momentos todo el mundo llamaba al teléfono de atención. Recuerdo que hasta familiares del Gobierno resultaron infectados, y Aguirre estuvo al frente de todo ello”.

El exsenador Iñaki Anasagasti lamenta la pérdida del finado. A su juicio, Aguirre fue una gran persona, muy sencillo y muy trabajador. “Recuerdo que le propuse publicar una biografía sobre el primer consejero de Sanidad del Gobierno vasco, Alfredo Espinosa y lo hizo realidad. Además, se organizó un homenaje al lehendakari Aguirre y él también estuvo allí, participó. Solo guardo gratos recuerdos de él. Y como alcalde de Getxo puso al municipio en el lugar que merecía. Le recordaré siempre como bueno, trabajador, sensato y jelkide”.

La familia despide este viernes junto a amistades a todo un pilar que años atrás perdió a su esposa. “No restamos importancia a sus cargos y logros, pero destacamos esa pasión que tenía por la aventura”. Su hija Isabel cita a DEIA cómo su padre cruzó el océano Atlántico en “dos o tres veces” en velero, recorrió las islas del Mediterráneo.

“Era su ilusión y esa faceta quizás menos conocida nos gusta, como también era muy montañero. Fue a hacer monte a los Alpes, a Turquía… y recorrió, por ejemplo, la Patagonia a caballo. De hecho, el acabaron nombrando gaucho”.

Aguirre se jubiló y continuó con sus aventuras: participó en un campo de trabajo en Cuba. “Tenía verdadera curiosidad por las culturas, le gustaba formar parte de la vida de las personas que vivían en otro tipo de culturas”.

A juicio de sus hijos, Jesús -nombre que le pusieron sus padres por nacer el 25 de diciembre- fue un aita “muy bueno, todo un señor. Muy majo y cariñoso”. En su Euskadi, fue un referente en el sector público y en el privado. “Estamos orgullosos de él, por ejemplo, porque junto a Iñaki Azkuna crearon Osakidetza”.

En Algorta también reside Inmaculada Boneta, expresidenta del primer Parlamento vasco. “Le recuerdo como un hombre prudente, muy educado y que meditaba muy mucho cada decisión a tomar. Le conocí en sus primeros tiempos en Osakidetza. Aguirre era muy agradable de trato, muy válido e, insisto, tremendamente cuidadoso y prudente”.

El parlamentario elorriarra Iñigo Agirre también aporta palabras calurosas para el fallecido y su familia. “Cuando le conocí, me sorprendió su amabilidad y disposición continua a hablar. Impresionante. Me llevaba de maravilla con él. Me impresionaba su forma de actuar. Además, le recuerdo como no solo creador de Osakidetza en unos tiempos dificilísimos, sino también como activista del polo de Zamudio, por ejemplo, con la fundación Robotiker. Se nos ha ido un hombre abierto y verdaderamente entregado a su trabajo”.