Una joven de 17 años ha denunciado haber sido agredida sexualmente por varias personas en la localidad costera de Plentzia la madrugada del domingo. La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar cómo se produjo la presunta violación que, según consta en la denuncia interpuesta por la propia víctima, se desarrolló en la zona del arenal vizcaino.

En el suceso podrían estar implicadas varias personas. Por eso, según confirmaron ayer desde el departamento de Seguridad del Gobierno vasco, se está investigando si se trataría de una violación grupal.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Plentzia señalaron que la presunta agresión sexual, cuya denuncia fue presentada en comisaria por la propia víctima, habría ocurrido sobre las dos y media de la madrugada. La alcaldesa de Plentzia, Elixabete Uribarri, condenó ayer que este suceso es un "lamentable incidente" en el que califica como "verano negro" para Plentzia. "Esto es el colofón más negro que Plentzia podría tener después de este verano. Me posiciono absolutamente al lado de la víctima. Le prestamos todos los recursos que Plentzia y yo personalmente, como alcaldesa, le podamos ofrecer desde el Ayuntamiento", dijo.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, se unió a la condena de la agresión de forma enérgica por medio de las redes sociales y puso a su disposición todos los recursos de su Departamento. "Siempre con las víctimas. No es siempre no".

El Ayuntamiento de Plentzia convocará para hoy lunes por la mañana una junta de portavoces en la que se tratará de consensuar un comunicado de condena por estos hechos.

Según han podido confirmar a DEIA, los hechos se produjeron en el paseo de la playa que comunica las localidades costeras de Plentzia y Gorliz, un "punto caliente" en las que se dan cita todos los fines de semana muchos jóvenes para practicar botellón. Este sábado por la noche no fue una excepción. La imagen con la que amanecieron zonas como el puerto de Plentzia o el pinar de Gorliz resultaron dignas de ver. Tetrabricks, botellas... y otros restos de basura junto con destrozos y pequeños incendios de mobiliario urbano mostraban el final de una noche bulliciosa. Pero lo peor en este verano que las instituciones locales califican de "complicado" no es solo la suciedad que generan las aglomeraciones en esos puntos de los pueblos, sino las peleas, los destrozos e incluso las batallas campales. Sin ir más lejos, en julio, dos jóvenes resultaron heridos al intentar mediar en una pelea en el paseo marítimo de Plentzia en la que se estaba celebrando un macrobotellón.

LA GOTA QUE COLMA EL VASO

La presunta violación de la joven en Plentzia la madrugada del domingo no ha sido más que la gota que ha colmado el vaso. Este grave episodio que se ha desarrollado en la misma localidad costera no ha hecho más que acentuar el grave problema que existe en algunos arenales cuando llegan los fines de semana, y que ya han sido denunciados desde los ayuntamientos.

En el caso de Plentzia, los propios vecinos aseguran estar preocupados, muestran su hartazgo y reclaman una solución ya para controlar los botellones. Además, denuncian los actos vandálicos y la inseguridad que se respira en el municipio cuando llegan los fines de semana. "El ambiente de Plentzia cambia totalmente entre semana y los fines de semana. Estamos hartos", relatan a este diario vecinos de Plentzia.

Mientras tanto, desde el Consistorio vizcaino aunque no bajan la guardia en este "verano complicado", insisten en que los recursos policiales de que disponen no son "suficientes" para el control de las aglomeraciones que fin de semana sí y fin de semana también se producen en Plentzia y en los municipios de alrededor. De hecho, la incontrolable situación que provoca la concentración de miles de personas en localidades como Plentzia y la falta de recursos policiales llevó a su alcaldesa a solicitar a la comisaría de la Ertzaintza de Getxo un mayor número de recursos policiales.

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Medidas preventivas

Después de los episodios violentos y los actos vandálicos, el Ayuntamiento de Plentzia adoptó una serie de medidas preventivas con el objetivo de evitar que se repitieran las concentraciones masivas y botellones. Unos episodios lamentables, en los que no solo se incumplen las normas sanitarias, sino que además también han generado enfrentamientos con actitudes agresivas y violentas hacia la Ertzaintza, Policía Municipal y trabajadores del servicio de limpieza de la playa. Tras estos hechos, el Ayuntamiento mantuvo reuniones con responsables de la Comisaría de la Ertzaintza de Getxo para analizar todas las posibilidades y reforzar la coordinación. Finalmente se decidió ampliar la plantilla a cuatro agentes por cada turno de sábado y domingo, los fines de semana. Para evitar los botellones, dispositivos de la Ertzaintza y Policía Local se ubican en zonas estratégicas del municipio para requisar botellas de alcohol, pero la situación es incontrolable. "No dan abasto para el control de parques, puertos, playas y salida del metro. Los fines de semana se juntan en Plentzia miles de personas", aseguran desde el Ayuntamiento.

"La agresión que se investiga es el colofón más negro que Plentzia podría tener después de un verano complicado"

Alcaldesa de Plentzia