ODER realizar turismo dando pedales por el mar o la ría de cualquier ciudad ya es una realidad gracias al proyecto que pusieron en marcha Esteban Algar, César González, José Trovisco, Ana Belén Eguskiza y Pedro Díez para crear lo que a día de hoy es Insobike.

Todo comenzó cuando uno de ellos, amante del ciclismo y del ciclo indoor, quiso llevar los pedales al mar. “Nos dijo que quería hacer algo pero sin correr el riesgo de andar por carretera compartiendo vía con los vehículos”, explica Algar. Es por ello que, tras dos años testando todas las waterbike del mercado, les lanzó la idea de crear una propia mejorando todos los fallos que había observado en las ya comercializadas.

“Nos lanzó la idea de si éramos capaces de rediseñar una bici acuática que supliera todos esos defectos y fue ahí, precisamente, donde comenzó el proyecto de diseño y fabricación”, prosigue explicando el director comercial del departamento técnico del proyecto que, además, tal y como incide, lo que han hecho ha sido “patentar unos modelos de utilidad a nivel mundial hasta dentro de un año, y de manera estatal para los próximos 10 años”, patentando “los puntos débiles que las demás waterbike tenían”.

Precisamente, la unión de estos cuatro empresarios y una ingeniera hizo posible llevar a cabo este proyecto, y la empresa fue catalogada en noviembre del año pasado por la Diputación Foral de Bizkaia como empresa innovadora, una oportunidad que, consideran, les abrió paso “al fascinante mundo de la acuática”.

Y es que, Insobike es una bicicleta acuática propulsada por pedales que facilita los paseos o competiciones sobre el agua. Ya sea en el mar o en lagos de agua dulce, tal y como especifican los creadores, se podrá disfrutar de una “estabilidad total” y “un avance suave y progresivo”.

Precisamente, el armazón está construido con aluminio y, junto con los elementos inoxidables, componen el chasis de la bicicleta acuática.

La parte donde se apoya la bicicleta está creada por dos flotadores abatibles para que el desmontaje sea cómodo y se pueda transportar en cualquier vehículo. “Nuestra empresa cuenta con un equipo de I+D que ha sido capaz de adaptar un deporte como el ciclismo a una actividad novedosa y amena al alcance de prácticamente cualquier persona, ya sea deportista profesional o simplemente un aficionado a la vida sana”, especifican los creadores. De hecho, tal y como cuentan, el diseño de la bicicleta es similar a las que se utiliza para practicar ciclo indoor, por lo que le da “un aspecto y unas características muy deportivas” y que, por otra parte, “puede ser utilizada como un divertido vehículo de paseo”.

Los creadores de este proyecto miran hacia el futuro con ganas y esperanzas ya que consideran que tienen unas “expectativas muy altas”. Y es que, “a las personas particulares que veamos que tienen claro que van a comprar, se la venderemos”. Sin embargo, su cliente ideal serían las empresas multiaventura y los ayuntamientos que “quieran dar este servicio o para que tengan otra alternativa para que los turistas puedan visitar su cuidad desde la ría, como puede ser la de Bilbao”.

Una de las bases la tienen en Barrika pero, además, también están en el sur del Estado, ya que otra de ellas está en Sevilla. “Si no lo quieren hacer directamente desde los ayuntamientos otra opción es que se concedan licencias a empresas para que la gente pueda tener esta otra opción de visitar la ciudad”, inciden.

De hecho, destacan que al ser una actividad y, aunque se pueda practicar en grupo, se podrán mantener las distancias de seguridad y de sanidad, porque “si chocan los flotadores, las personas que van encima de la bici van a guardar los dos metros mínimo de distancia social”, explican. “Además, también se pueden poner unas plataformas para que se puedan montar más de una persona y se intercambien a la hora de dar pedales y uno pueda ir leyendo o tomando el sol”, concluyen.

Insobike, una bicicleta acuática, pretende ser una herramienta de ocio que fomente el turismo, ya que es apta para cualquier persona