A unos minutos de que comenzara el anochecer, el lehendakari pudo dejar de contener el aliento y respirar tranquilo: el Gobierno español confirmó que ha aceptado su petición de que toda la comunidad autónoma, en su conjunto, avance hacia la vuelta a la normalidad y pase a la fase uno del desconfinamiento en la crisis del coronavirus el lunes. Lo anunció el director de coordinación de emergencias del Estado, Fernando Simón, en compañía del ministro de Sanidad, Salvador Illa, mencionando expresamente que "todo el territorio" pasa de fase. La consejería vasca de Salud no le había dejado escapatoria al presentarle con datos objetivos que la comunidad autónoma cumple con los requisitos (como las 620 camas de UCI), y además el presidente Sánchez se había comprometido con el PNV a pactar la desescalada en un modelo de cogobernanza, pero hasta el viernes hubo cierto suspense alimentado por el propio Simón cuando dejó caer que algunos territorios de la comunidad habría que analizarlos con mayor detenimiento. Ahora se considera la comunidad como unidad de actuación y convivencia, y solo se estudiará lo contrario si algún territorio no puede seguir el ritmo.

EL viernes dio luz verde a la fase uno en toda la comunidad, lo que supone también un espaldarazo a la gestión vasca por contener el virus. El ministro Illa confirmó que Trebiñu correrá la misma suerte y se regirá por la fase de la comunidad autónoma vasca. Citó de manera expresa que así se contempla en las enmiendas del decreto de alarma (las pactadas con el PNV). Si hubiera estado encuadrada en Castilla y León, probablemente no hubiera pasado, como la mayoría de Burgos. Nafarroa también pasa.

El Gobierno español ha tomado una decisión que en realidad no sorprende demasiado por el grado de cumplimiento de la comunidad autónoma, pero sí es la manifestación de que ha ido virando de discurso y ha relajado su mando único en esta crisis, atendiendo las peticiones vascas. Además, en este caso se aleja del criterio provincial para la desescalada, que a los jeltzales les parecía anacrónico y poco propio de un modelo descentralizado. Evita así un desencuentro con el PNV, socio clave para la legislatura. En cualquier caso, la decisión no es política ni arbitraria porque el Gobierno vasco cumple. El plan autonómico recoge que puede movilizar 620 camas de UCI (2,8 por cada 10.000 habitantes, muy superior a la horquilla de entre 1,5 y 2 que pedía el Estado), y una cifra mínima de 8.509 camas para pacientes no graves, 38,9 por cada 10.000 habitantes, también superiores a las 37 que se pedían. En cuanto al índice reproductivo del virus, también es inferior a uno en los tres territorios: Bizkaia (0,75), Araba (0,67) y Gipuzkoa (0,58). También esgrimió la realización de test. Las cifras admitían poca discusión.

El Gobierno vasco aplaudió la "buena noticia" y consideró que "viene a apoyar el esfuerzo y responsabilidad de la ciudadanía vasca, así como que la propuesta realizada por el Ejecutivo vasco es adecuada y de calidad". Sin embargo, pidió mantener la cautela y las medidas de prevención. Consideró que es un paso para avanzar en la convivencia con el virus. El anuncio es de algún modo un aval a su gestión de la crisis sanitaria porque confirma que ha cumplido y que ha podido contener la pandemia. Nadie quería estar en la lista negra de la fase cero, y el Gobierno vasco supera el examen.

Este paso a la fase uno supone un alivio para los ciudadanos vascos, que podrán, entre otras medidas, celebrar reuniones de hasta diez personas. Además, el Gobierno vasco plantea en su plan Bizi Berri que vuelva la enseñanza presencial en 4º de la ESO, Bachillerato y FP de manera progresiva desde el día 18 de este mes, una medida que está despertando cierta disputa política y que, de todos modos, también se va a someter a una evolución constante. La orden concreta con todas las actividades en el Estado se publicará hoy. Con la decisión adoptada ayer, el Gobierno español hace triplete y cumple las tres demandas que había trasladado el PNV y que fueron aprobadas por el Congreso de los Diputados el pasado miércoles para prorrogar el estado de alarma: desescalada pactada, Trebiñu y ningún impedimento para las elecciones vascas si se quisieran celebrar en julio. Es cierto que el PNV pidió en general una desescalada pactada con todas las autonomías y que, sin embargo, ha habido casos como el de la Comunidad de Madrid donde no se ha atendido la petición y ha quedado en la fase cero, pero este caso es muy especial y viene rodeado de una polémica política interna en el propio gobierno de Ayuso, que no lo tenía claro. Otras se quedaron mayoritariamente en la fase cero por decisión propia, como Catalunya.

"COGOBERNANZA"

Ayer tuvo lugar una reunión entre la consejera Murga y el ministro Illa, para rematar el acuerdo. Desde el PNV, Andoni Ortuzar había avanzado por la mañana que solo faltaba algún tecnicismo. Simón confirmó también que Nafarroa pasa de fase y se deshizo en elogios: "Es una comunidad con una capacidad muy alta, con un sistema sanitario muy potente con capacidad de respuesta. Ha sido de las comunidades más afectadas por la epidemia, pero ha tenido una evolución muy favorable. Los datos de transmisión del virus han bajado muchísimo".

En una rueda de prensa que se retrasó hasta la última hora y donde se notó cierta escenificación para dejar claro de ese modo que la decisión última es del Estado, el ministro Illa defendió que el plan de desescalada se basa en dos pilares: la "cogobernanza" porque se ha consensuado con las comunidades "siempre que ha sido posible", y la "cautela y prudencia". Aseguró que el plan recoge el "86% de las propuestas de las comunidades" y que más de la mitad de la población del Estado, el 51%, está en condiciones de entrar en la nueva fase.

El Boletín Oficial del Estado publicará hoy la orden detallada de actividades. Sí confirmó que se va a permitir que las comunidades adapten la franja horaria de los paseos a la llegada del calor, y que la próxima semana se volverá a evaluar si alguna de las comunidades que se ha quedado en la estacada puede incorporarse a la fase uno. En el caso de que la situación empeorase, se reculará. En cuanto a la movilidad, la limitó a los desplazamientos dentro de la unidad territorial que corresponda.