Zaporeak ya está de nuevo funcionando a pleno gas en Lesbos, donde el lunes día 11 repartió su primera comida. En concreto, y solo en una jornada, distribuyó 1.300 raciones entre las personas refugiadas.

Zaporeak vuelve así a Lesbos, a donde llegó por primera vez hace nueve meses para atender una situación de emergencia que surgió en el campo de Pipka. Y desde entonces los voluntarios de Zaporeak han centrado sus esfuerzos en legalizar su situación para poder colocar la nueva cocina, que finalmente echó a andar el lunes.

En esta nueva cocina el equipo de Zaporeak, ya entidad legal en Grecia y que dispone de todos los permisos para poder funcionar, trabajó a conciencia para elaborar el menú con el que la estrenó, compuesto por menestra de verduras, pollo al chilindrón, una naranja y pan de pita.

La iniciativa de Zaporeak se ha integrado en el proyecto de Team Humanity, situado a 500 metros del campo de refugiados de Moria, en el que se encuentran principalmente mujeres y niños. El largo reparto de comida a las personas refugiadas de dicho campo comenzó a las 19.30 horas y se prolongó hasta las 22.00.

De este modo Zaporeak ha podido efectuar una primera estimación del volumen de comidas que puede repartir, volumen que podría superar las 1.300 raciones en próximas jornadas si la necesidad es mayor que la detectada en el primer contacto.

Pero, además, Zaporeak podría sumarse a nuevos proyectos como el de No Border Kitchen, lo que supondría la preparación de otras 200 raciones de comida. También ha establecido contacto con el director del campo de refugiados de Moria con el objeto de ver cómo añadir otras 1.000 raciones a repartir entre las personas más vulnerables.

Todavía es pronto para poder concretar cuál será el funcionamiento diario del equipo de Zaporeak, que tiene que valorar la situación y su capacidad de trabajo.

con idéntica ilusión El equipo de Zaporeak que se ha desplazado hasta Lesbos está integrado por siete personas, de las que tres ya formaban parte del grupo encargado de ofrecer la primera comida en Quios, veteranos que según informó Zapcontinúan “con la misma ilusión y ganas de seguir ayudando a las personas refugiadas” que hace tres años.

Los voluntarios de Zaporeak han tenido que superar diversos escollos y cambios de rumbo desde que comenzaron a trabajar sobre el terreno en Grecia, como cuando en marzo de 2017 cerraron sus cocinas de Quios, donde en un año repartieron en torno a 500.000 raciones de comida.

Tampoco se dejaron amilanar cuando sus instalaciones en dicho emplazamiento fueron atacadas de madrugada por un grupo de desconocidos.

En su periplo por Grecia, siempre con el objetivo de dar de comer a las personas refugiadas, el equipo de Zaporeak llegó también al Victoria Social Center de Atenas y al puerto de Patras.

Pero, en la actualidad, Zaporeak funciona como una entidad legal en tierras griegas, habiendo asegurado así la continuidad de su trabajo.

De momento funcionará con grupos de cuatro voluntarios que pasarán tres semanas en Lesbos, aunque no se descarta que la necesidad de ayuda sea mayor “si la situación cambia y aumenta la cantidad de raciones de comida a preparar”. Las personas interesadas en colaborar con esta ONG puede cumplimentar el formulario que encontrarán en la web www.zaporeak.eus, donde también podrán obtener información quienes quieran poner su granito de arena de otra forma.