La transferencia de la competencia de prisiones a Euskadi, que se hizo efectiva ayer, ha vuelto a poner en el primer plano de la actualidad los encuentros restaurativos que tuvieron lugar durante un breve periodo de tiempo entre presos de ETA y víctimas, ya que la llegada del PP al Gobierno español los cortó de raíz. Uno de los casos más conocidos es el que protagonizó Maixabel Lasa, viuda del exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jauregi, asesinado en 2000, con dos de sus victimarios, miembros del comando Buruntza, lo que ha adquirido más relevancia con el estreno de la película basada en su experiencia.Una semana después de dicho estreno, Lasa aseguró ayer en Onda Vasca que se siente satisfecha, ya que “todo lo que me llega es positivo y está teniendo muchísima repercusión a nivel del Estado”. Tras advertir de que “soy la menos objetiva” para opinar, afirmó que la repercusión y debate, a favor y en contra, que está generando la cinta de Icíar Bollaín era “uno de los principales objetivos de la película, que la gente sepa en qué consistieron los encuentros restaurativos y qué debate se produjo entre los presos”.

La que fuera Directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo en los gobiernos de Juan José Ibarretxe y Patxi López, se refirió también al sentido más profundo del filme: “Es entender que dos personas que fueron capaces en el año 2000 de matar a Juan Mari están ahora mismo en las antípodas y son sobre todo totalmente opuestas a la utilización de la violencia para conseguir cualquier fin”. Concluyó por ello que “desde ese punto de vista entiendo que son dos personas distintas a las que eran en el 2000, y creo que esas segundas oportunidades nos las merecemos todos”.

Por este motivo, y respecto al actual debate sobre si se debe retomar la fórmula de la justicia restaurativa, se muestra totalmente a favor. Argumenta que, al contrario que en un proceso judicial al uso, en el que la víctima se ve opacada, en estos encuentros “no solo participan el victimario y el juez, también la víctima. Le llega más, no es un mero espectador, participa en la evolución de ese preso y eso siempre es positivo”.

Reconocer el daño

“Me siento liberada”, apostilló Maixabel Lasa en Onda Vasca respecto al estreno de la película que toma prestado su nombre. Insistió en que “tengo tal convencimiento de que la reinserción y las segundas oportunidades deben ser así que estoy contenta conmigo misma y seguiré en este camino”. Advirtió de que queda un largo trecho por recorrer y pidió que todos los implicados en el empleo y justificación de la violencia “vacíen la mochila cuanto antes”. Sobre el perdón, opinó que lo ve como algo personal y puso el acento en el reconocimiento del daño causado.

Durante la entrevista se produjeron varias intervenciones sorpresa, entre ellas la del periodista Gorka Landaburu, a su vez víctima de ETA. Sobre el aniversario del fin de la banda, reclamó poder “respirar un poquitín” y trabajar por “consolidar la paz pero por la convivencia, para poder dialogar y hablar. Si hay que hablar con el diablo, lo hacemos porque la mayor parte de los problemas, menos la muerte y el asesinato, se arreglan con el diálogo y con la palabra”. Añadió que la izquierda abertzale “tiene que hacer autocrítica, si no arreglamos el pasado no construiremos el futuro”.

“Dos personas que fueron capaces de matar a Juan Mari están ahora en las antípodas y son contrarias a la violencia”

“En los encuentros la víctima no es un mero espectador, participa en la evolución del preso”

Viuda de Juan Mari Jáuregi