BILBAO - El presidente del Gobierno español dio ayer carta de naturaleza a las especulaciones que están lanzando los sectores constitucionalistas sobre los sabotajes en Catalunya por parte de un sector minoritario del independentismo. Pedro Sánchez confirmó ayer en Telecinco que los servicios secretos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan si existen posibles vínculos entre responsables políticos de las fuerzas independentistas y algunas de las plataformas que están instigando los disturbios en Catalunya, como Tsunami Democràtic. Sánchez conformó esta información tan delicada en plena precampaña para las elecciones del 10 de noviembre, aunque el Gobierno español la había deslizado días antes. Quiso demostrar firmeza y, al mismo tiempo, arrojó de manera indirecta la sombra de la sospecha sobre las fuerzas soberanistas. Sánchez lanzó su anuncio en una entrevista en Telecinco, en la que prometió que en esta investigación llegarán hasta “el final”.

Por otro lado, el conflicto catalán ha propiciado que desde las filas unionistas se realicen sucesivas comparaciones entre las consecuencias del procés y lo que se vivió en Euskadi durante las cuatro décadas de actividad de ETA. Si el pasado domingo era el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien aseguraba con trazo grueso que en Catalunya la violencia ha sido “de mucho mayor impacto que la del País Vasco”; ayer fue el presidente de Vox, Santiago Abascal, el que aventuraba que “los muertos” en el territorio presidido por el independentismo “pueden llegar” muy pronto. El líder de ultraderecha, envalentonado por encuestas que predicen que puede doblar su representación de escaños, defendió la necesidad de tomar medidas “urgentes” para frenar la deriva de altercados a tenor de que “los muertos pueden llegar cuando el odio prende” y “puede llegar a ocurrir una situación como la del País Vasco con el tiempo”.

Abascal, quien rechazó que el proceso soberanista esté en sus últimos “estertores”, como sostuvo Pedro Sánchez, recordó que al frente de la Generalitat se mantiene Torra, a quien acusó de continuar “una rebelión golpista”. Interpelado por las similitudes con las acciones que desarrollaba ETA, el máximo dirigente de Vox apuntó en una entrevista en Antena 3 que en Catalunya ha sido más intensa la “rendición del Estado” y la “orden del Gobierno para que no se sofocase inmediatamente el terrorismo callejero”. “Los muertos pueden llegar cuando el odio prende y la violencia callejera se extienda”, recalcó, pidiendo por enésima vez la detención del president como primera medida, aunque no resolvería el problema que existe en Catalunya, abonado durante “décadas”. “No hay otra opción que el cumplimiento de la ley” y después trabajar para “recuperar la convivencia”, añadió Abascal, aclarando a los soberanistas que deben “abandonar toda esperanza de conseguir la separación”. “No estoy despreciando sus sentimientos, pero su objetivo es irrealizable. No lo van a lograr, ni por las buenas ni por las malas”, zanjó.

Sus palabras encontraron respuesta en líderes estatales como el candidato de Más País, Iñigo Errejón, que calificó a Abascal de político “inútil, perjudicial y miserable” por desear que haya “muertos” para intentar arañar un par de escaños. “Los políticos no están para añadir dificultades, conflictos y tensión y cuando lo único que hace un dirigente ante un problema es sembrar el miedo, estamos ante un político inútil y perjudicial para la convivencia en España”, concretó el candidato de la formación emergente de izquierdas. Abascal no se detuvo ahí sino que advirtió de la existencia de un “tricentrito” formado por PSOE, PP y C’s dispuesto a ponerse de acuerdo tras el 10-N. - DEIA