bilbao - Elkarrekin Podemos es el grupo parlamentario que se muestra más abierto a pactar los Presupuestos para el año que viene con el Gobierno de Iñigo Urkullu. Al menos, la mano tendida del principal socio de esta coalición, Podemos, había quedado clara después de que su líder Lander Martínez detectara un viraje en el lehendakari y se viera reconocido en los objetivos contra el cambio climático y la brecha territorial, y a favor de la igualdad entre mujeres y hombres. Pero ayer llegó el contrapunto por parte del segundo integrante de esta coalición: Ezker Anitza-IU hizo pública una valoración muy crítica donde, al contrario que Podemos, no ve “ningún giro a la izquierda” en los números presentados por el consejero Pedro Azpiazu y, además, pone como condición abrir el melón de la reforma fiscal, una exigencia que ya rechazaron PNV y PSE cuando la planteó el PP. De los once parlamentarios de Elkarrekin Podemos, dos son de Ezker Anitza. Son su portavoz, Jon Hernández, e Iñigo Martínez Zatón. Además, el equipo negociador va a incluir representación de Ezker Ani-tza, como es habitual.

La nota de prensa se envió en nombre de la coordinadora general, Isabel Salud. De este anuncio se puede interpretar que el apoyo de Elkarrekin Podemos se enfría o se encarece, y que el margen para negociar se estrecha porque, como mínimo, puede haber un problema de gestión interna dentro del grupo por las visiones discrepantes de los socios sobre los Presupuestos autonómicos. En cualquier caso, sacar conclusiones en un momento tan preliminar es precipitado: lo que hizo ayer Ezker Anitza fue solo una “primera valoración” a falta de que comience la negociación.

Aunque la intención inicial del consejero era negociar cuanto antes a pesar de la campaña de las elecciones generales del 10 de noviembre, finalmente y tras hablar ayer con los grupos han quedado en ir cerrando las reuniones a partir del día 14. Se ha argumentado que así los consejeros podrán explicar antes en el Parlamento las partidas de sus respectivos departamentos a partir del día 11, y los grupos podrán contar entonces con una mayor información. El plazo para negociar será de un mes, hasta que el día 16 de diciembre se voten las enmiendas a la totalidad en el Parlamento Vasco, un trámite clave donde el Gobierno necesita al menos la abstención de un grupo que no parece que vaya a ser el PP ni tampoco EH Bildu. El pleno final, siempre y cuando se supere el debate a la totalidad, sería el 27 de diciembre. Basta con una abstención parcial, de dos parlamentarios, para aprobar las Cuentas. Con este calendario, de alguna manera se protege la negociación y se evitan injerencias de la campaña.

Fuentes del grupo parlamentario de Elkarrekin Podemos consultadas por DEIA restaron trascendencia a lo sucedido y lo vieron con naturalidad. Por un lado, presentan la nota de prensa como algo rutinario, y matizan que Ezker Anitza no habría tenido ahora un deseo especial de pronunciarse como medida extraordinaria, sino que todos los años publica una nota cuando el Gobierno vasco presenta su borrador. Por otro lado, no quieren hablar de que exista una “contradicción” entre los socios, sino que lo consideran una muestra de “pluralidad”. “Hay sensibilidades propias dentro de la coalición. Como le sucede muchas veces a EH Bildu”, argumentan. Creen que es pronto para aventurar si esta disparidad de visiones va a complicar el acuerdo, pero es un hecho que Podemos ha visto un viraje en el Gobierno vasco hacia sus demandas y planteamientos, y Ezker Anitza no lo ve.

La formación de Isabel Salud dijo que no ha visto “ningún giro a la izquierda en los números presentados” y cree que “continúan en la senda de anteriores Presupuestos”. En la nota enviada a la prensa, cree que el proyecto “consolida el modelo privatizador”. Exige, además, “que los Presupuestos vengan acompañados de una reforma fiscal que pueda garantizar un modelo de ingresos más justo”. “Si el PNV y el PSE estuvieron dispuestos, en su día, a pactar unos Presupuestos con el PP a cambio de una reforma fiscal, no hay razones para no hacerlo, ahora, con Elkarrekin Podemos”, zanja la nota. También piden dar marcha atrás en la reforma de la RGI. Salud deja claro que su partido formará parte “del equipo negociador”.

guiños Los grupos tienen el proyecto en su poder desde el pasado viernes, cuando el consejero lo registró en el Parlamento. El Gobierno ha plasmado en cifras concretas en sus Presupuestos objetivos que el lehendakari había marcado como prioritarios, como la lucha contra el cambio climático (540 millones) y una novedosa perspectiva de género (1.236 millones). Las partidas sociales representan el 77,5%. Podemos, que había interpretado antes de conocer estas cifras que el Gobierno asume sus demandas, se ha mantenido prudente estos días a la espera de concretar más aún, pero en ningún caso ha sido tan crítico como Ezker Anitza. Andeka Larrea solo dijo ayer que la cifra para el cambio climático “muy alta no es”, pero pidió fijarse más en qué políticas se van a aplicar y no tanto en el dinero. Se mostró cauteloso porque aún están analizando el proyecto. Pidió incidir en el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo de las rentas medias, en un contexto de posible ralentización económica.

El Gobierno vasco no quiso pronunciarse. Espera poder negociar con todos los grupos y sacar adelante las Cuentas. El escenario podría ser más proclive cuando pase este clima de precampaña.