bilbao - ¿Hay alguien ahí? Esa pregunta se la formulan a nivel privado en el Gobierno vasco ante el bloqueo absoluto en la negociación de las transferencias desde el mes de abril, y ante la ausencia de interlocución con el Ejecutivo español de Pedro Sánchez, volcado en las elecciones. La consejería de Josu Erkoreka se ha cansado de esperar a que suene el teléfono para retomar la negociación y de no saber cómo interpretar este silencio. Por ello, reclama al socialista un “gesto público” de reconocimiento hacia el calendario de traspasos, que confirme que el compromiso sigue vigente y que no lo considera papel mojado. El Gobierno vasco espera que siga en pie y que todo se deba al fragor de la campaña, donde a estas alturas le parece evidente que Euskadi no es una prioridad para Sánchez, inmerso en la caravana electoral ante los comicios del 10 de noviembre. Es toda una tradición que los principales partidos estatales solo atiendan las transferencias cuando necesitan el respaldo del PNV en una investidura o en unos Presupuestos, de manera que, al no encontrarse ahora ninguna de esas dos votaciones en un horizonte cercano, la agenda vasca ha pasado al cajón de Sánchez.

El gabinete de Urkullu lleva días afeando a Sánchez que en este periodo gobernando en funciones y con atribuciones limitadas sí encuentre margen para estudiar los millonarios pagos a cuenta para las comunidades autónomas de régimen común o, incluso, una decisión tan relevante como la suspensión del autogobierno catalán en aplicación del artículo 155 de la Constitución española. Su campaña está tomando unos derroteros que dejan ver que no tiene el foco puesto en el voto vasco o en el Estado plurinacional. Erkoreka le había pedido que reactive la negociación para transferir a Euskadi las competencias que recoge el Estatuto de Gernika, un asunto paralizado desde las anteriores elecciones de abril y que se expone a dormir el sueño de los justos hasta que se constituya un gobierno español tras las elecciones de noviembre, lo que podría demorarse hasta principios del año que viene. Lo peor de todo para el Gobierno vasco es no tener interlocución ni saber si se mantiene el compromiso. Por ello, pide a Sánchez un gesto con el calendario de traspasos. Cree que está implícito que el compromiso se mantiene y no quiere ni barajar la hipótesis de que Sánchez lo haya roto, pero Erkoreka pidió ayer gestos expresos en Onda Vasca.

Este mismo domingo, Pedro Sánchez visitará Euskadi para acompañar a Idoia Mendia en su presentación como candidata a lehendakari en un acto en Barakaldo. No está prevista ninguna reunión con Urkullu y, a nivel de partido, el PNV no quiere comentar su agenda privada. Teniendo en cuenta que la parálisis en las transferencias perjudica sobre todo al PSE porque el incumplimiento del compromiso de Sánchez le añade presión, no se descarta que el presidente en funciones acabe dedicando unas líneas en su discurso al asunto del Estatuto ante el intenso marcaje del PNV. El PSE es socio de los jeltzales en el Gobierno vasco, y también le interesa que fluyan las transferencias.

Erkoreka aseguró ayer a Onda Vasca que la parálisis es absoluta desde las elecciones de abril, cuando se pactó la autopista AP-68. No se trata ya de que la comisión mixta no se haya reunido desde entonces, sino que tampoco se han juntado las delegaciones técnicas y exploratorias para tantear las opciones de abordar materias concretas. “No hemos hecho nada. Hemos roto completamente las relaciones porque desde el Gobierno central dicen que la situación en funciones no es compatible con negociar las transferencias”, explicó. Erkoreka comprendió que existen dificultades objetivas para abordar esta negociación, entre otras cuestiones porque el Ministerio de Política Territorial está totalmente descabezado desde la marcha de Meritxell Batet y buena parte de su equipo a otros cargos institucionales. Pero añadió que “sería bueno un gesto por parte del Gobierno central de aproximación, de retomar la agenda, y de hacer un gesto público de asunción del compromiso que en su día adoptaron con el calendario”. “Sería bueno que, a través de un gesto suyo, lo reivindicaran y lo reafirmaran”, pidió. El calendario recoge 33 traspasos, como la gestión de las prisiones. Solo quedaron fuera las materias vinculadas a la Seguridad Social.

“cumplir la ley” Erkoreka insistió en que no quiere contemplar la hipótesis de que el acuerdo esté roto. Pero la situación comienza a ser inquietante. No hay ningún movimiento desde abril, Sánchez parece ver margen para todo tipo de actuaciones salvo para las transferencias y, además, está inmerso en un cambio de discurso que lo acerca a los planteamientos más centralistas en su intención de vaciar de votos a C’s. Ha presentando el lema Ahora, España, y ha amagado con aplicar el 155 en Catalunya. La agenda vasca no cabe en ese plan. Queda la incógnita de los socios que va a elegir tras el 10 de noviembre y si lo que pretende es cambiar de aliados con este cambio de tono y, por ende, dejar en el alero las transferencias. Erkoreka dijo que sería una “enorme decepción” que dejara colgado lo pactado, pero no quiso ponerse en ese escenario y relativizó los mensajes más duros de Sánchez porque en campaña los asesores pueden tomar decisiones de este tipo. Espera que se mantenga el compromiso “con una ley orgánica”. “No pedimos nada excepcional”, zanjó.