bilbao - El lehendakari aprovechó su viaje a Nueva York para lanzar ayer nuevamente un alegato a favor del acuerdo y el realismo, de manera que la investidura en el Estado español sea posible y no se perpetúe esta situación de inestabilidad, que provoca a su vez un “desfase” en el cumplimiento del calendario de transferencias. Iñigo Urkullu pidió un “ejercicio de realismo y responsabilidad” ante la “falta de un diálogo con vocación de acuerdo” para la investidura de Pedro Sánchez. Además, lamentó que la situación esté “más bloqueada que antes” de las elecciones por los “vetos cruzados” y la práctica de una política “del no por el no”.

Urkullu quiso hacer un símil con los habituales cien días de gracia que se conceden a los nuevos gobiernos antes de juzgar su actuación. En este caso, dijo que han pasado cien días, pero sin gobierno y en una situación de absoluta parálisis. Recordó que el propio Sánchez había convocado los comicios para desbloquear la situación después de que le tumbaran los Presupuestos, pero que el panorama no ha mejorado y parece que se ha enconado. Lo atribuyó a que se ha comenzado a construir “la casa por el tejado”, en lugar de hablar de los programas. “Creo que no se han conformado ni siquiera equipos de trabajo para eso”, reprochó.

Urkullu quiso recordar que esta situación afecta a Euskadi, que no tiene un interlocutor estable y en posesión de todas sus funciones en el Estado para cerrar las transferencias. “Hemos vivido todo lo que ha sido el desfase en el cumplimiento del calendario, y estamos ahora en un impasse’”, dijo. Por ello, cree que, si se disolvieran las Cortes y se convocaran nuevas elecciones, se volvería a “un tiempo de impasse en el compromiso de cumplimiento del Estatuto de Autonomía, que este año va a cumplir 40 años y todavía tiene más de 30 materias pendientes”. - DEIA