- Un hipotético ingreso en la OTAN mejoraría la seguridad de Suecia y su entorno y tendría un efecto disuasorio sobre posibles conflictos bélicos en el norte de Europa, concluyó ayer un informe consensuado por el Gobierno socialdemócrata sueco y la mayoría de fuerzas parlamentarias.

El informe, que analiza la nueva situación generada por la guerra en Ucrania pero no toma postura sobre la adhesión, fue presentado un día después de que el presidente y la primera ministra finlandeses decidieran apoyar la entrada de su país a la OTAN y ante el que se espera que Suecia dé un paso similar. El documento considera que la condición de Suecia como país aliado de la Alianza no le da garantías de ayuda en caso de ataque, ya que el artículo 5 sobre defensa colectiva solo afecta a países miembros. Ni tampoco ve margen para reforzar la cooperación con la Alianza ni cree realista pensar en profundizar alianzas bilaterales fuera de ella por falta de voluntad política para crear una defensa colectiva dentro de la Unión Europea (UE).

Permanecer fuera de la OTAN exigiría además un gasto en defensa superior al de los miembros de la Alianza. Suecia podría sufrir ataques cibernéticos o provocaciones como violaciones de su espacio aéreo o sus aguas por Rusia, sobre todo en el período de transición hasta que todos los países miembros ratifiquen una hipotética solicitud sueca, reconoce el informe. “La principal consecuencia de una eventual entrada en la OTAN sería que Suecia formaría parte de su seguridad colectiva”, dijo la ministra de Exteriores, Ann Linde, quien admitió la influencia de la decisión finlandesa para su país.

Las conclusiones del informe resultan del consenso entre seis de las ocho fuerzas parlamentarias, salvo los ecologistas y el Partido de Izquierda Socialista, que no obstante están de acuerdo con el resto en la condena a la intervención militar rusa en Ucrania. “Creo que falta un análisis de los riesgos que supone el ingreso de Suecia. Sería el mayor cambio en la política de seguridad sueca en mucho tiempo. La no alineación ha sido muy importante y ha servido a Suecia muchos años”, señaló Håkan Svenneling, portavoz socialista.

Los socialistas fueron quienes propusieron hace unas semanas convocar un referendo sobre el ingreso, posibilidad rechazada por el Gobierno al considerar el tema demasiado complejo. Ambos partidos, aliados externos del Gobierno, criticaron también la rapidez con que se ha desarrollado el proceso, en el que se han ido acortando los plazos de forma sensible y en el que Suecia dio un giro hace mes y medio, empujada por la celeridad con que ha actuado la vecina Finlandia.

El Partido Socialdemócrata, que encabeza un Gobierno en solitario en minoría, aprobó en su último congreso en noviembre mantener la no alineación sueca, que ha sido una seña de identidad de su política durante décadas.

A principios de marzo, poco después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero, la primera ministra, Magdalena Andersson, sostenía aún que la entrada en la Alianza empeoraría la seguridad en la zona, y los contrarios a la OTAN eran clara mayoría en el Parlamento. l

l Cumbre informal de la OTAN. La ministra de Exteriores sueca y su colega finlandés participarán hoy en Berlín en una reunión informal de ministros de Exteriores de la OTAN. Los socialdemócratas han convocado para mañana una reunión extraordinaria de su cúpula con la que culmina el proceso de discusión interna y al término de la que harán pública su postura sobre la Alianza, que se prevé favorable. Varias federaciones socialdemócratas han criticado la falta de debate y mantienen su oposición, pero voces de peso han defendido públicamente el ingreso.

l Debate el lunes. El Parlamento acogerá el lunes un debate especial con motivo del nuevo informe sobre seguridad y al que podría seguir una reunión extraordinaria del Gobierno y el anuncio del envío de una solicitud formal de ingreso.