- El presidente de EE.UU., Donald Trump, llegó a proponer el despliegue de 10.000 militares en las calles de Washington y otras ciudades para contener las protestas contra el racismo.

Trump hizo esa propuesta durante un acalorado debate en el Despacho Oval de la Casa Blanca el pasado lunes, justo después de una noche de disturbios en la capital de EE.UU. En ese encuentro, el mandatario insistió en la necesidad de desplegar inmediatamente a las tropas; pero el secretario de Defensa, Mark Esper, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Mark Milley, y el fiscal general, William Barr, objetaron y se opusieron a esa idea, según la cadena CBS.

No obstante, en un intento por satisfacer a Trump, Esper y Milley usaron una llamada con los gobernadores de la nación ese mismo lunes para pedirles que movilizaran a los reservistas de la Guardia Nacional en sus estados.

Trump anunció ayer que ordenó la retirada de los 3.900 reservistas de la Guardia Nacional que habían sido enviados a la capital del país para contener las protestas.

“Acabo de dar la orden a la Guardia Nacional para que empiece el proceso de retirada de Washington, D.C., ahora que todo está bajo perfecto control. Se irán a casa, pero pueden volver rápidamente si los necesitamos”, dijo el mandatario en Twitter.

Unos 3.900 reservistas de la Guardia Nacional procedentes de 11 de los 50 estados de EE.UU. fueron enviados a la capital el pasado fin de semana, cuando las protestas pacíficas derivaron en disturbios, saqueos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

El objetivo de esos reservistas era ayudar a la policía municipal de Washington, que se había visto sobrepasada. Además, en el contingente de seguridad, han participado 1.200 reservistas de la Guardia Nacional de Washington D.C., quienes por el momento seguirán en activo.

Colin Powell, secretario de Estado durante el mandato del republicano George W. Bush, acusó ayer al presidente Donald Trump de haberse “apartado” de la Constitución por su postura beligerante ante las protestas.

“Tenemos una Constitución. Tenemos que cumplir esa Constitución. Y el presidente se ha apartado de ella. Estoy muy orgulloso de los generales y almirantes”, afirmó Powell, él mismo afroamericano, en declaraciones a la CNN en referencia al rechazo de la cúpula militar al despliegue de fuerzas de combate para contener las protestas.

El distanciamiento entre Trump y los conservadores tradicionales del Partido Republicano ha llegado a tal extremo que se especula con que George W. Bush pueda apoyar al demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre. De hecho, en la entrevista con la CNN, Powell, secretario de Estado con Bush, anunció que votará por Biden.

“Ciertamente no puedo apoyar de ninguna manera este año al presidente Trump”, afirmó, y reveló que hace cuatro años tampoco votó a favor de Trump, sino que lo hizo por su rival demócrata, Hillary Clinton. Powell se mostró “muy cercano a Joe Biden en asuntos sociales y en política”.

Miles de personas se congregaron el sábado en las principales ciudades de Estados Unidos para protestar una jornada más por la violencia racista institucional, aunque la mayor marcha se desarrolló en Washington, donde la Casa Blanca se blindó para evitar disturbios.

Las protestas se realizaron de forma pacífica durante todo el día y no hubo enfrentamientos entre manifestantes y agentes, así como tampoco detenidos.

La Policía calcula que al menos 6.000 manifestantes se concentraron en Washington hasta medio día. Por su parte, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, se unió a las concentraciones que se estaban realizando en la ciudad e hizo un llamamiento a los ciudadanos.

Nueva York anunció ayer el fin del toque de queda impuesto cada noche desde el pasado lunes. “Vamos a levantar el toque de queda, con efecto inmediato”, informó a través de Twitter el alcalde, Bill de Blasio, quien destacó que en la víspera se había visto “lo mejor de nuestra ciudad”.

Miles de personas salieron ayer a las calles de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas para protestar contra el racismo y en recuerdo del afroamericano George Floyd. En Madrid, la concentración autorizada de 200 participantes frente a la embajada norteamericana se convirtió en una manifestación sin incidentes de unas 3.000 personas.

En Barcelona, otras 3.000 personas con mascarilla, según la Guardia Urbana, se congregaron en la plaza Sant Jaume. Los concentrados, con una rodilla en el suelo y bajo la lluvia, exhibieron fotografías de la víctima y pancartas con lemas como “No al racismo”, “Black lives matter” y otras consignas contra el presidente Trump.