Atenas - Solo un día después de las elecciones generales anticipadas, Grecia tiene un nuevo primer ministro. Con la mayoría absoluta de los escaños en la mano, el líder de la conservadora Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, juró ayer el cargo, tomando así el relevo de Alexis Tsipras.

En la tradicional ceremonia en el palacio presidencial, Mitsotakis juró siguiendo la fórmula religiosa que Tsipras y casi todo su gabinete rechazaron en 2015. A continuación fue recibido por Tsipras en la sede del Gobierno para consolidar el traspaso, quien le dio la bienvenida con un apretón de manos, algo que su antecesor, el conservador Andonis Samarás, no hizo con él en 2015. Entonces Samarás se marchó de la sede del Gobierno antes de que llegara el nuevo jefe del Ejecutivo.

Mitsotakis repitió el mensaje que ya había lanzado en la noche electoral: “El pueblo nos ha dado un mandato fuerte para cambiar el país. A partir de hoy empezamos a trabajar duro. Confío plenamente en nuestra capacidad de estar a la altura de las circunstancias”. dijo.

En los comicios del domingo Nueva Democracia alcanzó la mayoría absoluta con el 39,8% de los votos y 158 de los 300 escaños que conforman el Parlamento, mientras que Syriza obtuvo el 31,5%, y logró solo 86 diputados.

La gran diferencia de escaños se debe a que la ley electoral griega otorga un bonus de 50 escaños al partido vencedor, un sistema que el gobierno de Tsipras suprimió por ley pero que solo podrá quedar abolido en la próxima legislatura.

Estas elecciones abren nuevamente las puertas al bipartidismo, con un Syriza fuerte como principal partido de la oposición, y con más de veinte puntos de ventaja sobre el tercer partido, el partido de centro Kinal.

Nueva Democracia obtuvo su mejor resultado en mas de una década, pero no toda su fuerza provino de los ciudadanos desencantados con Syriza. Según los análisis postelectorales, Nueva Democracia obtuvo apoyos de exvotantes de todas las formaciones.

El hasta ahora partido gubernamental tan solo obtuvo cuatro puntos menos que en las elecciones de septiembre de 2015, un resultado que estuvo por encima de lo que esperaban la mayoría de los sondeos que lo colocaban por debajo del 30%.

El partido de centro Kinal, surgido del histórico Pasok, alcanzó un 8% raspado, unos dos puntos por encima de su resultado en 2015, pero lejos del lugar que ocupaba antes y en los primeros años de la crisis, cuando presidía el Gobierno, y a años luz del que tenía cuando Andreas Papandreu era el referente de la formación socialdemócrata. Por su parte, los comunistas del KKE lograron defender su 5% y, gracias a la salida del ultraderechista Amanecer Dorado, posicionándose en la cámara en el cuarto puesto.

La reducción de los partidos con representación parlamentaria de ocho a seis es otro factor que da nueva salas al bipartidismo. Uno de los partidos que quedó fuera del arco parlamentario ha sido la formación neonazi Amanecer Dorado, que obtuvo el 2,9%, menos de la mitad que en las elecciones de 2015 y justo una décima por debajo del umbral mínimo.

Sin embargo, esto no significa que el atractivo de la ultraderecha haya desaparecido en Grecia, pues su lugar lo tomó la nueva formación Solución Griega, un partido ultranacionalista, aunque no violento como Amanecer Dorado que obtuvo el 3,7% y 10 escaños.

Nuevo en el Parlamento es también el partido MeRa25 del exministro de Finanzas y enfant terrible de la troika, Yanis Varufakis, que consiguió el respaldo del 3,4% de los votantes y 9 escaños.

Medidas económicas Grecia ha votado por el cambio y ha optado por dar la confianza a un modelo político basado en bajar los impuestos, sobre todo los empresariales, como herramienta para atraer las inversiones y fomentar el crecimiento. Aunque el margen financiero de Grecia es muy limitado si quiere seguir manteniendo sus compromisos fiscales, Mitsotakis, cree que hay suficiente espacio para reducir no solo la carga impositiva sino también las cotizaciones a la Seguridad Social.

El impuesto de sociedades caerá en ocho puntos (al 20%) en dos años, y las cotizaciones en cinco (al 15%). Habrá una reducción del tipo mínimo del IRPF en 13 puntos (del 22% al 9%) para ingresos inferiores a los 10.000 euros. Por ahora no se ha hablado del coste de estas medidas, pero Mitsotakis cree que el hecho de adoptarlas dará un gran impulso a las inversiones y a la economía.

El líder conservador cuenta con que en los próximos años las inversiones privadas sumarán al menos 50.000 millones de euros, que esto llevará a la creación de medio millón de empleos “de calidad” y a un crecimiento económico de hasta un 4% anual, más del doble que en la actualidad. Su primera iniciativa legislativa consistirá en desbloquear el proyecto urbanístico del antiguo aeropuerto internacional de Atenas, Elinikón, cedido en 2014 a un consorcio que promete invertir hasta 7.000 millones de euros y que ha estado bloqueado por el gobierno de Syriza.

Pero Mitsotakis confía en que el desbloqueo creará más inversión y 60.000 puestos de trabajo.