Con la primavera a la vuelta de la esquina, llega el momento de desempolvar los muebles del jardín o de comprar mobiliario nuevo si el de anteriores temporadas está ya en mal estado. Las tardes más largas, la subida de temperaturas y unas ganas inmensas de disfrutar del aire libre nos invitan a poner el jardín a punto de cara a la temporada estival.

Uno de los muebles que no puede faltar en ningún jardín es la mesa. Encuentros familiares, de amigos, comidas o cenas en familia, momentos especiales que merecen una mesa a la altura y, sobre todo, una mesa que cumpla nuestras expectativas.

A la hora de elegir la mesa son varios los aspectos que debemos tener en cuenta. El lugar donde la vamos a colocar, su tamaño, su forma y su material son cuestiones que debemos tener muy claras a la hora de adquirirla.

En función de nuestros planes y necesidades, elegiremos una mesa u otra.

Ahí van algunos consejos:

- ¿Dónde quieres colocar la mesa? A la hora de comprar una mesa para tu jardín lo primero que debes tener en cuenta es el espacio del que dispones para colocarla. También es importante contar con que alrededor de ella debe quedar espacio suficiente para que los comensales puedan entrar y salir sin dificultad.

- ¿Para cuántas personas la necesitas? Puedes elegir desde la mesa de jardín más pequeña, redonda o cuadrada, a veces plegable y prevista para dos personas hasta la más grande, normalmente rectangular y, a veces, extensible, para 12 personas. Dependerá de tus gustos y de tus hábitos. Si eres de las personas que te gusta recibir habitualmente visitas en casa, lo más recomendable es que optes por una mesa de jardín extensible. Te permitirá elegir en cada ocasión el tamaño que necesites apostando siempre por la mayor comodidad.

- ¿Cuál es la forma que más te conviene? La forma de la mesa que vayas a elegir dependerá en gran medida del espacio que tengas para colocarla y de su finalidad. Si tienes mucho sitio y esperas muchos invitados, las más prácticas son las rectangulares u ovaladas. Las redondas o cuadradas requieren menos espacio y resultarán más recogidas y acogedoras, ideales cuando la cifra de comensales es pequeña. Según su forma pueden ser:

- Cuadrada. Podrás colocarla en una esquina o si te juntas mucha gente puedes colocar varias mesas juntas.

- Redonda. Con las mismas medidas caben más personas.

- Ovalada o rectangular. Si eres de juntarte en casa con gente, estas son ideales porque pueden acoger a un mayor número de comensales. Si, además, es extensible, podrás tener sitio hasta para 12 personas.

- Plegable. Es una opción estupenda ya que recogida la podrás guardar en cualquier rincón porque no te ocupará nada de espacio y, sin embargo, cuando la necesites te encontrarás con una mesa amplia para un buen número de comensales.

- ¿Qué estilo te gusta más? Puedes encontrar mesas de los más diversos estilos. Desde las más románticas en hierro forjado, a las mesas altas de resina tipo bar, las hay para todos los gustos.

- ¿Cuál es el material que más te conviene? En el momento en el que te planteas colocar una mesa en el jardín hay que tener varios aspectos en cuenta: su resistencia a las inclemencias del tiempo, su solidez, su durabilidad y su peso. Para ello, en función de lo que busques, encontrarás mesas de diferentes materiales, cada uno de ellos con sus pros y sus contras. Algunos de estos materiales entre los que podrás elegir son:

- Madera europea (pino, roble…) o exótica (teca…). Añaden calidez al jardín y combinan estupendamente con cualquier decoración, pero requieren mucho mantenimiento con aceites y ceras y hay que tener en cuenta su resistencia a la humedad, los insectos y los hongos.

- Hierro forjado. Son sólidas, pesan mucho y deben tratarse para que no se oxiden. Es tu mesa ideal si quieres darle a tu jardín un estilo retro.

- Cemento. Ideal si quieres darle un aire moderno a tu jardín. No requiere mantenimiento, es muy resistente y muy pesada. Piensa bien dónde la quieres colocar porque una vez puesta será difícil que la puedas mover.

- Fibras de madera y de plástico. No se pudren y no se agrietan ni hay que barnizarlas con el paso de los años. No necesitan ningún mantenimiento especial.

- Resina sintética. Nunca pasan de moda. Es un material plástico y ligero. Comprueba que sea resistente al sol y que su color resistirá a los rayos del sol.

- Aluminio. Es inoxidable, resistente a los cambios de tiempo, ligera lo que es una ventaja para cambiarla de sitio pero un peligro porque una volada fuerte de aire la puede tumbar. Otro inconveniente es que se calienta con el sol. Las mesas de aluminio de distintos colores son tendencia y el color les aporta un toque de originalidad.

- Acero. No se oxida, es resistente al sol y más fuerte que la de aluminio. Igual que esta, también se calienta con los rayos del sol. Combina muy bien con otros materiales, como la madera y el cristal.

- Plástico. Son demasiado ligeras y se suelen estropear con el paso de los años.

- Vidrio templado. Algunas mesas cuentan con un tablero de vidrio templado lo que les aportará un toque de elegancia.