Tras cosechar grandes críticas en Francia, con más de un millón de espectadores, llega a los cines estatales Una razón brillante, el último proyecto de Yvan Attal -Están por todas partes (2016)- y protagonizado por la cantante Camélia Jordana, como debut cinematográfico. Y con éxito, alzándose con el Premio César a Actriz revelación por su papel como Neïla, la protagonista de la historia.

Ella es una joven del extrarradio parisino que sueña con ser abogada y se matricula en la Facultad de Derecho más importante de París, pero el primer día de clase tiene un enfrentamiento con Pierre Mazard -Daniel Auteuil-, un profesor polémico, conocido por ser provocativo y por hablar fuera de tono. Tras el incidente, ambos son obligados por la Universidad a preparar juntos un concurso de debate nacional. Las forzadas reuniones serán el encuentro de dos mundos paralelos que, poco a poco, se forjan una relación tan disparatada como inesperada.

A ratos cómica, a otros trágica, la historia ha evolucionado desde que Attal recibió el guion: “El resultado es una tragicomedia que hace reír, gracias a los diálogos, pero que también te conmueve y te plantea una serie de preguntas”, apunta el director, que reivindica cómo su protagonista, una mujer francesa de descendencia argelina, es “víctima de los prejuicios en la actualidad, pero también víctima de sí misma”.

Las aulas de la facultad son gran parte del escenario de la película, donde estudiante y profesor se reúnen para preparar el evento. “Me preocupaba filmar monólogos extensos como los desafíos verbales entre Camélia Jordana y Daniel Auteuil”, plantea Attal. Por ello, apostó por una realización “simple” pero “nunca monótona”, con gran variedad de ángulos y planos. Respecto al ambiente universitario, comenta que si bien él nunca estudió en la universidad, le fascinó la atmósfera: “El primer día de clase el único sonido que se percibía en el anfiteatro era la voz del profesor y el click clack de los estudiantes mecanografiando en sus ordenadores. Me pareció increíble, parecido a un concierto”.

El veterano actor Daniel Auteuil es el encargado de dar vida a ese profesor arrogante. “Todos hemos encontrado a mentores que quizá no fueron una fuente de amabilidad, pero que eran excelentes en lo que hacían”, plantea Auteuil, que define el guion de Una razón brillante como “cínico”. En cuanto al trabajo con Yvan Attal, el intérprete reivindica que “trabajar con un director que también es actor es agradable, ya que sabe qué exigir a un actor y cómo plantearselo”.

También ha sido su primer trabajo con Camélia Jordana, con quien era esencial conectar ya que “ésta es una película principalmente sobre la palabra”. Y concreta: “la química que surgió entre nosotros fue algo incontrolable y se dio de manera natural”.

Sobre la relación entre los dos protagonistas, Jordana destaca que es “el encuentro entre dos generaciones”. Ella es una joven moderna, él un profesor brusco y provocativo, enamorado del patrimonio y tradición franceses. “Hay otro tema importante en la película basado en el conocimiento, la cultura, la lengua francesa, la belleza de los textos... Y esto es lo que marca a Neïla y Mazard, a pesar de sus diferencias”.