bilbao - La boda de Kiko Rivera e Irene Rosales iba a empezar a las 18.00 horas. Sin embargo, el novio se dio cuenta de que su hijo no estaba presente y mandó un coche al aeropuerto para que recogiese al niño, fruto de su relación con Jessica Bueno, para que fuese testigo de su enlace. La pareja celebró el enlace en la Hacienda Los Parrales, en Sanlúcar la Mayor, con 325 invitados, entre ellos Isabel Pantoja y los hermanos del novio, Francisco y Cayetano Rivera, y su hermana, Isa Pantoja.

El novio llegó en compañía de la madrina, Isabel Pantoja, vestida en color coral y con tocado en lugar de mantilla. Kiko se vistió en compañía de su madre e Irene Rosales, junto a dos de sus primas con las que coincide en edad. La mayor parte de los invitados llegó a la finca a bordo de varios autobuses que les recogieron en el hotel. Otros, como Francisco Rivera, junto a Lourdes Montes, y Diego Gómez hicieron su entrada antes de las 18.00 horas en sus vehículos. El empresario también acompañó a la pareja en el bautizo de su hija Ana, en marzo. Cayetano Rivera accedió a la finca en coche, pasadas las 18.00 horas y sin la compañía de Eva González, que había asegurado que intentaría ir, pero que tenía que trabajar y si llegaba lo haría más tarde.

A pesar de sus diferencias, Chabelita dedicó unas palabras a su hermano durante la ceremonia. “Por muy diferentes que seamos, te quiero en mi vida. No me hubiera perdonado nunca no haber venido a tu boda y sé que tú no me hubieras dejado perdérmela. Has sido la persona más importante de mi vida hasta que nació Alberto, mi héroe, y sé que seguiremos entendiéndonos y queriéndonos a partir de ahora”, dijo Chabelita según Hola.

A las 20.00 horas, Cayetano, Fran Rivera y Lourdes Montes tuvieron un detalle con la prensa y salieron para hablar de cómo había sido la boda, con fuertes medidas de seguridad para evitar que se filtraran imágenes, puesto que la exclusiva fue vendida a una publicación por una cifra que según Sálvame alcanza los 250.000 euros. - DEIA